19 de junio de 2010. El Cádiz CF recibía al CD Numancia de Soria en el Ramón en la jornada número 42 de la categoría de plata, un duelo en el que los amarillos se encomendaban a todos los Santos para obrar el milagro de mantener la categoría, algo prácticamente imposible.

La salvación de los amarillos dependía de la victoria del equipo cadista y las derrotas de Huesca, Albacete, Salamanca, Real Murcia y la derrota o empate de Las Palmas. Todos vencieron, excepto el Real Murcia, que empató a uno con el Girona, descendiendo junto a Cádiz, Real Unión y Castellón.

Pese a ser misión casi imposible, la hinchada gaditana llenó las gradas de preferencia y los dos fondos del Ramón de Carranza, creyendo en el milagro. El doblete de Diego Tristán y los goles de Ogbeche y López pusieron el 4-0 en el luminoso, realizando los deberes el equipo de Espárrago aquella tarde, pero no entregando el trabajo de fin de grado a tiempo por lo que se terminó de consumar el descenso, convirtiendo el coliseo gaditano en un funeral. 

El Numancia, que maquilló el marcador con goles de Nandi y Mikel Álvaro, fue el último equipo que vio al Cádiz CF en Segunda División aquella temporada, regresando más de seis años para reencontrarse con él, fundirse en un abrazo de plata y pelear con uñas y dientes por los tres puntos.