Durante los últimos seis años en Segunda B los cadistas no estaban familiarizados con un término como el de Fair Play Financiero, el cual sí lo empezaron a oír cuando el equipo regresó el pasado verano a la categoría de plata. Lo hicieron en boca de su director deportivo Juan Carlos Cordero, el cual cuando se le preguntaba por fichajes siempre lo sacaba a colación como algo a lo que el Cádiz, como el resto de equipos de LaLiga 1|2|3, estaba sujeto.

¿Qué es el Fair Play Financiero? Es un sistema que implementó la UEFA hace tres temporadas a través del que se establece un límite en las pérdidas económicas que los clubes puedan tener a lo largo de una campaña y que les obliga a no tener deudas con jugadores, otros clubes o entidades tributarias. Ese límite va aumentando o disminuyendo cada temporada dependiendo de los ingresos estimados y, en el caso de LaLiga, se establece para cada mercado de fichajes, viéndose también modificado por la deuda que cada equipo tenga en ese momento.

Este año en LaLiga 1|2|3 el equipo con el que más margen de gasto arrancó era el Rayo Vallecano con 13,3 millones de euros. Dos clubes más lo hacían superando los 10 millones como Getafe (12,1) y Levante (10,4). Lejos de ellos y con menos maniobra económica para confeccionar sus plantillas estaban FC Reus (3,4), Huesca (3,7) o UCAM (3,9). El Cádiz era el sexto equipo con menos montante económico con 4,1 millones de euros de margen.

Precisamente eso otorga de más mérito aún a la temporada que está realizando el conjunto amarillo, que siendo el decimoséptimo en esa clasificación, ocupa la cuarta plaza en lo deportivo. Solo la SD Huesca mejora por el momento al Cádiz.

En el lado contrario el Rayo Vallecano ha visto cómo su importante poderío económico no se ha visto traducido en la tabla y lucha por conseguir la permanencia. Casos parecidos son los de la AD Alcorcón, CD Mirandés, Mallorca o Almería, los cuales han demostrado que su situación deportiva está muy por debajo de la financiera.