Los jugadores siempre tienden a huir de la etiqueta de revulsivo ya que eso siempre le aleja un poco de la titularidad, pero en el caso de Aitor García sus números son los que son. El onubense ha disputado en esta competición liguera 25 partidos y tan solo tres de ellos como titular, no habiendo marcado en ninguno de ellos.

Hasta el último suspiro luchó el Cádiz en La Romareda para seguir sumando. Lo hizo en el minuto 89 cuando Álvaro Cervera ya había puesto sobre el césped a toda la artillería que tenía y cuando Aitor García lanzaba un misil raso desde fuera del área que se colaba en la red tras cruzar una maraña de piernas y batir al meta local. Era el quinto gol del extremo onubense en Liga y el quinto que lograba después de entrar desde el banquillo.

Cuando Aitor García salta al campo el tiempo parece estirarse hasta que llega su oportunidad. No en vano sus cinco dianas llegaron cuando el cronómetro agota sus últimos instantes. Ante el Getafe en la Jornada 4 en el 81’, ante el Alcorcón en la Jornada 15 en el 79’, ante el Córdoba en la Jornada 18 en el 88’, ante el Almería en la Jornada 22 en el 83, y ayer ante el Zaragoza en el 89’.

Si Aitor García entra al campo, todos deben esperar porque es posible que algo pase y sea bueno para el Cádiz.