Está siendo una temporada de dulce para Manu Vallejo. El chiclanero es uno de los jugadores indiscutibles para Álvaro Cervera y ha pasado en cuestión de meses de renovar para ser cedido a renovar con una cláusula de 8.000.000€ para cargar sobre sus hombros al equipo cuando más lo necesita. Ayer vivió un momento mágico, en el que se le mezclarían los sentimientos a buen seguro.

Al cuarto de hora de partido, un buen control le hizo sacar su calidad y potencia para penetrar en el área del Lugo, plantándose ante Juan Carlos y batiéndole con un disparo fuerte a la par que forzado. La dedicatoria estaba más que clara, hacia el cielo para el Baguetina. El significado cobraba un peso especial también para Vallejo.

Había marcado Manu en el Heliodoro y La Romareda, en Copa del Rey, pero el de ayer fue su primer gol en LaLiga 1|2|3. Es decir, su primer tanto en Segunda División. Su gol valió un punto y el control, regate y pase en el minuto 85 valió los tres puntos después de que Jairo se sacara de la chistera un golazo por la escuadra. El 27 de octubre de 2018 quedará para siempre grabado en la memoria del atacante de Chiclana.