Tocaba regresar al trabajo este martes en el Rosal y, como decía el propio Cervera tras la victoria en Córdoba, era el día para ver qué cosas se hicieron mal en el Nuevo Arcángel. Las hubo y no pocas porque el equipo no mostró su mejor imagen hasta los minutos finales del choque.
El técnico cadista tuvo a toda la plantilla a su disposición, a excepción del lesionado Servando. Durante algo menos de media hora se trabajó en espacios reducidos sin portería, con ejercicios de posesión y presión. Posteriormente, y como es habitual tras el siguiente entrenamiento tras el partido, se dividió en dos grupos. Los que fueron titulares en Córdoba hicieron trabajo específico mientras que los que no jugaron siguieron con un partidillo.
El equipo tendrá mañana miércoles otra sesión.