Los micrófonos del programa Esports de la Comunidad Valenciana Radio no son nuevos para Álvaro Cervera ya que el técnico cadista era colaborador de dicha emisora comentando partidos del Valencia antes de recalar en el banquillo del Cádiz. Hoy martes aprovechaba su período vacacional en tierras alicantinas para analizar entre otras cosas la actualidad del club ché pero, también lo concerniente al Cádiz y lo que ha sido la temporada. “Las temporadas en Segunda llevan tiempo que son muy intensas, hasta el final, y casi todos los equipos hasta el final luchan por algo, ya sea por arriba o por abajo. Además, se hace muy dura porque son 22 equipos y acaba mucho más tarde. Estoy con ganas de empezar y esperando que salga bien igual que las temporadas anteriores. Ahora estamos descansando, mirando de reojo todo lo que está pasando, pero descasando”.
Analizó también lo ocurrido al final del campeonato. “Llevamos dos años quedándonos a las puertas en los últimos partidos. No hemos acabado bien. Es algo a analizar, porque no es la primera vez que te pasa. Llegar pronto al objetivo y quedarte ahí en el último partido y no lo ganas. Y no lo haces por el rival, porque ni el de este ni el del año pasado se jugaban nada, sino porque tú no eres capaz de ganarlo. Algo falta y estoy convencido de que no es fútbol”.
No podía faltar las alusiones a Manu Vallejo, fichaje del Valencia CF. “La historia de Manu es de esas que pasan pocas veces en el fútbol y que más adelante llaman la atención. Jugaba en el filial el año pasado, en Tercera. El director deportivo Juan Carlos Cordero me dijo que lo usara en pretemporada, sin ninguna presión, hasta que fuéramos fichando a gente. El chaval de todas formas se había merecido al menos hacer la pretemporada con nosotros. Empezó a hacer goles como churros en los partidos amistosos, ya lo pusieras de extremo entrando por dentro, de delantero o de segunda punta. Y venga goles y venga goles, no solo contra equipos flojos sino también con los buenos. Y nos vimos en la obligación de que se quedara en la primera plantilla. Al final te gana él la partida. No a mí, sino al fútbol, le gana un tiempo al fútbol que a lo mejor no estaba previsto. Empezamos a confiar en él ya como delantero y siguió metiendo goles y pasó lo que ha pasado. Sabía que el Valencia lo estaba siguiendo porque el fútbol está muy conectado y que había alguien especialmente encariñado con él. Al final se confirmaba el traspaso”.
Le augura un buen futuro y no tiene duda de cuál es su mejor rol en el campo. “Es un chaval de un pueblo llamado Chiclana, encantador, muy, muy buena gente. Como futbolista puede jugar en muchas posiciones, pero si tuviera que elegir la que mejor lo define, diría que es un goleador. Puede tener su día o no con los controles de balón, no es lento, pero tampoco demasiado rápido, pero en el área te puede tirar desde donde menos te lo esperas y te la mete. Tiene ese don. Tiene ganas y un muy bien entorno familiar”.