Fuerte calor el que reinó en la localidad burgalesa este sábado. Se rozaron los cuarenta grados de temperatura en el partido entre el CD Mirandés y Cádiz CF, lo cual significó que se programara una pausa de hidratación en la primera parte.
Curiosamente fue en la temporada 2016-2017 cuando se alzó la voz para llevar a cabo esa pausa de hidratación y la polémica en aquel encuentro entre estos dos mismos equipos llevó a que Gorka Santamaría viera una tarjeta amarilla (la primera de las dos que vio ya que acabó expulsado), precisamente por beber agua en la banda sin pedir permiso al colegiado.
Hoy ya es parte de la normativa y sí se bebió con normalidad el líquido elemento sobre el césped de Anduva.