Desde que llegara al Cádiz en este mercado de invierno Rubén Sobrino se ha convertido en una pieza importante en los planes de Álvaro Cervera. El técnico cadista saca del jugador de Daimiel su potencial usándolo en distintas posiciones incluso en un mismo partido. Una virtud que echará de menos esta jornada al no poder contar con él debido al contrato de su cesión que conlleva un aumento importante en caso de que juegue ante el Valencia. Una situación que ya el entrenador conocía y a la que se ha adaptado. “No sé ni el dinero es. Pero no recuerdo a ningún equipo que haya pagado para que juegue un cedido. Así que, cuando llega un caso como este, ya desde el principio no cuentas con él. La cantidad imagino que será complicada. Los jugadores no hacen un equipo, los equipos es la unión de jugadores. No es algo que lo pensara. Otra cosa es que si fuera una final a lo mejor se planteara. Pero no es algo que haya pasado. Ni el club me ha preguntado a mí ni yo he preguntado al club”.

Queda ahora encontrar la manera de sustituirlo, algo que evidentemente no podía hacer con un jugador con sus mismas características. “Rubén es un jugador que nos está dando cosas diferentes porque abarca mucho terreno y hace muchos kilómetros corriendo, ya lo pongas en banda, en punta o a veces más como centrocampista. Encontrar a un jugador como él es complicado, por lo que el domingo tendremos que usar o un delantero o un centrocampista más o un extremo. Esa es la pregunta a la que tengo que dar respuesta y decidir. Cuando lo tenga a él, pero puede salir de extremo, a los quince minutos estar de delantero y a los cuarenta y cinco de centrocampista, porque sé que lo hace bien en esas posiciones. No tenemos ese tipo de jugador sino a un buen delantero, a un buen extremo o a un buen centrocampista”.