El partido en Vallecas deja números desoladores para el Cádiz. El pésimo juego del conjunto amarillo queda reflejado de manera clara en las cifras del partido de este sábado, en el que la derrota abultada por 5-1 ha activado de nuevo las alarmas a pesar de la mejoría en choques anteriores.

Por un lado, y como se demostró ya desde los primeros minutos, los franjirrojos asediaron la meta cadista de principio a fin, con disparos a media y larga distancia fruto de las 51 llegadas del conjunto local a las inmediaciones del área cadista. Además, lo hicieron con suma facilidad porque de estas hasta 46 acciones fueron con expectativas de chut a puerta y lográndolo en nueve ocasiones. Sería una más con el lanzamiento de penalti en el 1-0. En total fueron nada menos que 27 disparos los que el equipo madrileño realizó en el partido. Diez entre los tres palos.

Por parte cadista ocurrió todo lo contrario. El Cádiz no apareció prácticamente en el área contraria. El juego ofensivo de los amarillos fue inexistente ya que solo hizo tres disparos en todo el partido, el primero llegando ya en la segunda parte con un remate de cabeza de Fali que se marchaba fuera. Ninguno de esos tres inquietó siquiera a Dimitrievski ya que ninguno fue entre los tres palos. Pero peor incluso es el dato de que tampoco tampoco hubo expectativa de crearlos, ya que tan solamente hubo nueve acercamientos al área, de los cuales solo cuatro sirvieron para al menos crear ocasión de disparar.

El marcador con el que finalizó el duelo entre ambos equipos no hace más que ser un espejo del juego de ambos contendientes.