David Gil volvió a vestirse de héroe en el Martínez Valero, aunque esta vez su capa no alcanzó para salvar al Cádiz CF. El capitán amarillo, con una actuación que arrancó aplausos de los presentes, se plantó bajo los tres palos como un muro frente al asedio del Elche CF. Sin embargo, ni sus espectaculares paradas lograron evitar que el marcador terminara 2-1 a favor de los franjiverdes en un partido que los gaditanos dejaron escapar entre sus propios errores.
Desde los primeros minutos de la segunda mitad, cuando Brian Ocampo vio la roja, David Gil se puso la armadura y dijo presente. Una parada tras otra: un cabezazo de Bigas que parecía gol cantado, un remate a bocajarro de Sory Kaba... y allí estaba Gil, como una muralla inquebrantable. Durante muchos minutos, fue el único sostén de un Cádiz que se desmoronaba poco a poco.
El empate llegó en el 82', cuando Josan se coló entre la defensa amarilla y batió al capitán. Aun así, David seguía sacando manos imposibles, manteniendo viva la esperanza de, al menos, un punto. Pero el golpe final vino en el descuento, con Yago Santiago rematando una noche de pesadilla para el Cádiz.
David Gil demostró ser más que un portero; fue el líder de un equipo que, pese a sus intervenciones, no pudo seguirle el ritmo.
