El Cádiz CF sigue sumando victorias en su gran racha y, en el triunfo ante el Racing de Santander, hubo una historia especial que merecía ser contada: la de Matos. El lateral sevillano, que llevaba varios partidos sin poder jugar, volvió a disfrutar de minutos y lo hizo con una actuación notable que rozó la recompensa del gol.
Matos entró al partido en el minuto 72, compartiendo terreno de juego con Mario Climent, su compañero de posición. Sin embargo, en esta ocasión, su rol fue distinto. Garitano lo ubicó en una posición más adelantada, dándole libertad para sumarse al ataque, y el futbolista respondió con energía, personalidad y muchas ganas de reivindicarse.
Su aportación fue inmediata. Aportó solidez en defensa y profundidad en ataque, convirtiéndose en una amenaza constante para el rival. Y el esfuerzo tuvo su premio, aunque el marcador no lo reflejara. Matos logró marcar en el tramo final, pero el colegiado invalidó injustamente la jugada en una decisión que dejó a los cadistas sin la sentencia y a él sin el gol que tanto había buscado.
El Cádiz CF supo sufrir hasta el final y se llevó tres puntos de oro, pero más allá del resultado, el partido dejó el regreso de un futbolista que necesitaba un encuentro así. Matos demostró que está listo para aportar al equipo y que su trabajo, en silencio y con paciencia, tiene su recompensa. En Santander, volvió a sentirse importante.