Tan claro lo tiene el técnico uruguayo que el miércoles, en una de las habituales charlas de los entrenamientos, se lo comentó al resto de integrantes de la plantilla cadista para que estuvieran al corriente de la situación y lo supieran de primera mano.
El desencadenante de esta situación se vivió el pasado domingo. Fredi llegó tarde a la habitual charla técnica que Víctor Espárrago da a sus futbolistas en el interior del vestuario antes de los partidos. El motivo es que el asturiano se quedó charlando con varios de sus excompañeros en el Real Murcia, equipo en el que militó la pasada temporada en calidad de cedido.
Cuando Fredi se incorporó a la charla en el vestuario local del Carranza lo hizo entrando por la puerta que habitualmente usan los jugadores cuando acceden desde el terreno de juego, la lateral, por lo que Víctor Espárrago no se dio cuenta del hecho. Fredi empezó el partido en el banquillo y se incorporó al campo en el minuto 66, por lo que disputó algo más de 25 minutos.
Una vez concluido el choque el entrenador amarillo fue informado de lo ocurrido, lo que le enfadó bastante. Tanto que al día siguiente puso los hechos en conocimiento del presidente, Antonio Muñoz, y del secretario técnico, Alberto Benito, a los que comunicó que no quería que Fredi siguiera en el vestuario cajista y que se le buscara una salida. Obviamente Espárrago les dijo que no se trataba sólo de este último acto de indisciplina, sino que había habido otros anteriormente. Además, todos tienen muy claro que Fredi no se ha adaptado al equipo, ni a la cuidad y además el entorno no le es nada favorable, por lo que se entiende que lo mejor es darle salida.
Acto seguido, y una vez analizada pormenorizadamente la situación, se habló con el afectado, que se mostró muy preocupado y arrepentido. Fredi pidió a los responsables del club que le dejen seguir entrenando con la plantilla, aunque sea para no perder la forma. El asturiano comentó que le gustaría seguir hasta el mes de junio –mes en que acaba su contrato de cesión- y volver al Sevilla. Además, no quiere perder la forma física y de ahí que insistiera en que le dejaran seguir entrenando aun siendo consciente de que no va a jugar.
Finalmente el club tomó la decisión de que siga formando parte del vestuario y a ver si es cierto que enmienda su actitud. Oficialmente no se le ha comunicado que no vaya a volver a jugar, pero mucho tendría que mejorar y entregarse en cada sesión de entrenamiento para que Víctor Espárrago vuelva a darle un voto de confianza en partidos venideros.
Fuente: La Voz de Cádiz.