Mucha más seguridad para el estadio Carranza

El enorme salto que existe entre Segunda y Primera el Cádiz no sólo lo notará en el aspecto deportivo, sino también en el de seguridad. Ya no es lo mismo. La Liga de las Estrellas posee una proyección internacional indiscutible y todo lo que se cuece alrededor del Barcelona o del Real Madrid tiene una repercusión impresionante a nivel mundial.

Se podría decir que la categoría de plata ha servido para aclimatarse a las nuevas normas de la Comisión Antiviolencia, mucho más relajadas en Segunda B. Un sitio de paso que ha marcado gran parte del camino. Pero ahora hay que culminarlo.

El consejero cadista Miguel Cuesta, responsable de esta parcela, señala que la principal diferencia radicará en que «se realizará un control más exhaustivo de todo lo relacionado con este tema. Un análisis más pulcro, más detallado, por lo que el trabajo será mayor».

En principio no se aumentará el número de agentes. La empresa privada Securitas seguirá aportando alrededir de 70 vigilantes, que completarán a los más de 40 policías nacionales configurando un dispositivo importante para los encuentros de menor intensidad. En cambio, en los partidos declarados de alto riesgo (posiblemente ante Sevilla, Betis, Málaga, Barcelona y Real Madrid) se puede llegar a duplicar esta cifra.

No obstante, aquí entra en juego una circunstancia, y es que si los abonados logran llenar el estadio gaditano, la seguridad se verá muy beneficiada. «El Cádiz no está obligado a dar entradas a la afición rival, por lo que si no hay peleas entre las dos hinchadas eso ahorraría muchísimo trabajo a las Fuerzas de Seguridad».

Una de las novedades será la colocación de entre 45 y 60 cámaras de control en distintos emplazamientos dentro del Ramón de Carranza. Las ubicaciones ya están decididas. «En eso vamos a ganar porque en una oficina de control podremos ver lo que pasa en diversos puntos del estadio».

También ahora, todos los aficionados deberán ver el partido sentados, algo que ha reducido sensiblemente el aforo de fondo norte. Ya se han señalado en el suelo las rayas de los nuevos asientos, que estarán numerados para mayor comodidad de los socios.

El problema del racismo

A raíz del triste episodio de Luis Aragones con Reyes, el año pasado saltó a la luz un grave problema en el fútbol español: el racismo. En muchos estadios sonaron numerosos insultos y la Comisión Antiviolencia ha decidido poner cartas en el asunto. Por eso, está radicalmente prohibida la entrada en las gradas de pancartas con mensajes racistas ni xenófobos (junto a todos aquellos que inciten a la violencia). Hasta el árbitro tiene potestad para suspender el encuentro si considera que se está atacando a algún futbolista de color.

Portar enseñas que hagan apología de la violencia acarrearía la correspondiente multa, al igual que el lanzamiento de bengalas o de otros objetos al terreno de juego. La sanción mínima es de 3.000 euros. Este año, el Cádiz ya tuvo que pagar varias multas ya que en algunos choques se encendieron bengalas en fondo sur.

Otro de los objetivos del Cádiz es que toda la hinchada se implique en el cumplimiento de las normas de seguridad, pues todo sería mucho más fácil. «Más vale prevenir...», apunta Cuesta. Por ello, realizará campañas de concienciación entre los aficionados. «Todavía hay algunos locos pero la gran mayoría ha demostrado que ya es mayor de edad. Para evitar situaciones indeseables vamos a hablar con las peñas para expolicarles algunas reglas e instarles a que impidan que se tiren objetos o denuncien a los culpables para que el Cádiz no salga perjudicado».

Aún no se ha producido una reunión para coordinar las medidas de vigilancia en la próxima temporada, ya que el Trofeo Carranza se considera la primera piedra de toque para conseguir una seguridad de Primera.
 
Un Carranza más seguro
 
Las obras que ha sufrido el Carranza estos dos últimos años (y lo que todavía queda) ha dificultado la labor de los órganos de seguridad. No obstante, poco a poco va quedando un estadio nuevo y moderno que es una bendición, como señala el propio Cuesta. «Los accesos han mejorado muchísimo, incluso ahora hay barreras físicas para que los aficionados no tengan tan fácil saltar al campo desde preferencia o fondo sur». También habrá una altura considerable entre el césped y la grada cuando la tribuna quede acabada. «El estado de las gradas antes de la obra eran un desastre», confiesa Miguel Cuesta, que agradece enormemente la labor de Eladio Herrero, responsable de la Policía Nacional de Cádiz.
 
Fuente: www.lavozdecadiz.com.
Image
Trekant Media SL
ESB72147374
Cádiz
WhatsApp: (+34) 645 33 11 00
redaccion@portalcadista.com