Se llegaba a los últimos minutos de partido entre el Cádiz y el Sevilla Atlético en el estadio Ramón de Carranza cuando un ruido seco se pudo intuir entre todo el bullicio de la afición en la grada supletoria de preferencia, en la zona más próxima a Fondo Norte.

Un tramo de este graderío, más concretamente el correspondiente a una hilera de asientos, se había desprendido de la estructura metálica que la sujeta. Pero el susto fue mayúsculo cuando se pudo comprobar que una niña pequeña quedaba atrapada entre los hierros que habían quedado al descubierto.

Por suerte todo quedó en un gran susto, tanto para sus padres como para la pequeña, que pudo salir perfectamente de entre las piezas metálicas, ayudada por varios aficionados que se encontraban alrededor.

Un accidente, que no ha sido el único y que pone de manifiesto el mal estado en el que se encuentran algunos tramos de la grada supletoria del Ramón de Carranza, una grada que se instaló con la etiqueta de provisional, pero parece haberse convertido en perpetua.