Según su informe de gestión, el descenso provocó el desfase en la planificación de pagos

Foto: portalcadista.com

La Junta General de Accionistas también sirvió para que el actual Consejo de Administración hiciera un balance de lo ocurrido durante la temporada pasada, en la que el equipo acabó descendiendo a Segunda División B.

Analiza en su informe de gestión las decisiones que se tomaron a comienzo de la competición al mantener al cuerpo técnico que consiguiera la vuelta a la categoría de plata y su posterior cese tras el partido de San Sebastián, así como la contratación de Víctor Espárrago y Luís Soler para intentar lograr la permanencia. Según el Consejo “sin duda alguna, realizar un análisis objetivo en función del resultado de la temporada, nos lleva a la conclusión de que determinadas decisiones no resultaron las más acertadas, por lo que se refiere a la  planificación deportiva de la misma. Y ello, porque pese a contar con uno de los presupuestos más altos de la categoría y unas infraestructuras de primer orden, no se consiguió el primero y  esencial de los objetivos, esto es, conservar la categoría. Por tanto, en lo deportivo, el balance de la temporada respecto a la primera plantilla, no puede ser positivo en ninguno de los casos”.

En dicho informe también se califica las actuaciones de cada uno de los equipos de las categorías inferiores, la preparación del Centenario del Cádiz CF, el pasado Trofeo Carranza y algunos aspectos económicos.

A modo de resumen, se mantiene que la temporada 2009-2010 se puede definir como “una campaña negativa desde el punto de vista deportivo, con  el  agravante de haberse visto abocada  la  Entidad a una situación de desfase en su  planificación de pagos”.