El día a día sigue siendo el habitual y no hay señales que apunten a novedades

Foto: portalcadista.com

Todo el mundo busca en el seno del Cádiz CF señales que indiquen alguna novedad con respecto a un cambio de dueño del paquete mayoritario. La incertidumbre, al igual que ocurre en la afición, se ha implantado en el interior de cada una de las oficinas del Ramón de Carranza.

El trabajo continua y parece que sin pistas de movimientos de última hora. Este trabajo se sigue basando en las dificultades económicas por las que atraviesa el club y sobre ellas se está intentando conformar la temporada 2011-2012. Todo ello conlleva, salvo sorpresa de última hora, la idea de que el club cadista seguirá en las manos de sus actuales dueños.

Se está a la espera de que las reuniones con los administradores concursales dé vía libre al presupuesto y que, a partir de entonces, se pueda ir dando forma a las conversaciones que se han mantenido tanto con jugadores con los que hay que negociar su continuidad, aquellos que puedan salir así como las nuevas incorporaciones.

En ese apartado radica quizás uno de los mayores problemas. El Cádiz podría haber establecido un tope de salario mensual de 2.000 euros por jugador, lo que haría la tarea de buscar refuerzos aún más difícil. Son muchas las posiciones que hay que cubrir y algunas de ellas tendrían que ser ocupadas por futbolistas de solvencia.