Desde el Ayuntamiento de Cádiz, no solo prohibirá al Cádiz CF el uso de la nueva tribuna, sino que también declarará la nulidad la concesión que el consistorio y el club cadista tienen firmada desde el año 1981, ante la finalización de las obras del nuevo estadio gaditano, según publica Diario de Cádiz.

Si tras la última Junta General de Accionista, Antonio Muñoz se pensaba que con su voto iba a abrir un diálogo con el Ayuntamiento de Cádiz para negociar por unos derechos de unos locales que presuntamente el club del que es máximo accionista posee, lo cierto es que las puertas de San Juan de Dios no se le van a abrir para ello y además, va a ver como el Cádiz CF pierde todos los derechos que poseía sobre el estadio tras el nuevo movimiento de fichas del consistorio.

El Ayuntamiento de Cádiz y sus servicios jurídicos ya tienen muy avanzado el expediente administrativo para declarar de oficio la nulidad de dicha concesión, fundamentada en la actual legislación de contratos de la administración pública, y motivada por la situación en la que se encuentra el Cádiz CF al estar sometido a un concurso de acreedores desde el final de la temporada 2010-2011 por su mala situación económica.

Según fuentes municipales consultadas por Diario de Cádiz, las leyes de contratación administrativa regulan las causas para contratar o ser beneficiario de un servicio o inmueble público, exigiendo una serie de requisitos y estableciendo una serie de prohibiciones que incluye "haber entrado o estar inmerso en una situación concursal, siendo indiferente que dicha circunstancia afecte al inicio del contrato o sea una consecuencia sobrevenida durante el desarrollo del mismo y que la violación de tal prohibición produce como consecuencia, la nulidad del contrato o concesión".

Por último, desde el consistorio gaditano se tiene claro que "al Cádiz CF se le está entregando por parte de la ciudad, uno de los mejores estadios de España. Y esta cesión no puede ser sin unas garantías de que el Cádiz CF lo va a mantener y va a invertir en su conservación, va a pagar la luz y el agua que use, abonar los impuestos, etc.., un nuevo estadio supone evidentemente nuevas obligaciones, no nos podemos regular por una concesión obsoleta de 1981. Lo vamos a seguir cediendo para su uso por un céntimo, pero vamos a poner el contador a cero. Tantos años de esta exigencia permanente de los dueños del Cádiz CF de la ley del embudo, se ha acabado en estos tiempos de crisis en que todo el mundo tiene que atender a unas nuevas situaciones".