Muchos candidatos son los que se han barajado en estos días para ser el inquilino del banquillo cadista la próxima temporada. De entre todos ellos hay dos con una peculiaridad: su paisanaje con el presidente Antonio Muñoz. Se trata de Antonio Tapia y Pepe Murcia, el primero nacido en Baena y el segundo en la capital califa. Los dos se encuentran en paro (aunque a Pepe se le ha ofrecido entrenar al filial atlético, algo que parece que no es suficiente para sus pretensiones) y podrían ver con buenos ojos el hacerse cargo de los mandos del Submarino Amarillo para retornarlo a las aguas de la Primera División.

No sabemos si estos dos cordobeses estarán en la terna de tres técnicos que anunció hace unas horas el presidente amarillo. Tampoco si será uno sólo o ninguno. Pero no me negarán que es posible que esa sea una razón para poder colocarse en ventaja con respecto al resto de futuribles. La sintonía entre presidente y banquillo es algo que se tiene que tener presente a la hora de la elección. Al fin y al cabo, es Antonio Muñoz quien tiene la última palabra.