Según fuentes consultadas por este periódico, ya hay principio de acuerdo y mañana se podría cerrar la venta en cuanto se acuerde la forma de pago. Ayer por la mañana, Antonio Muñoz mantuvo una reunión en el hotel Tryp Caleta (donde está alojado Verdejo) para acercar las posturas, aunque el empresario cordobés manifestaba más tarde que se trataba de una reunión para temas particulares relacionados con su empresa de aceite. No obstante, llevan cerca de un mes con las negociaciones a través de representantes, y el pasado viernes 27 estuvieron juntos en el hotel Meliá Castilla de Madrid.

El grupo inversor que se convertiría en el nuevo propietario del Cádiz aúna a varias empresas con negocios inmobiliarios y relacionados con la construcción. Ha trascendido que pretenden hacer una fuerte inversión con el objetivo de llevar al equipo a la elite del fútbol español.

Y todo esto surgió a raíz de una rocambolesca historia que mantuvo en vilo a todos los informadores gaditanos. Nada más finalizar el encuentro entre Cádiz y Xerez, un individuo aparecía en la sala de prensa citando a los periodistas a una rueda de prensa en el hotel Tryp Caleta a las once de la noche.

Aseguraba que un grupo había comprado el Cádiz y que por la noche se facilitarían todos los datos. Rápidamente, Antonio Muñoz fue interrogado pero el presidente ponía cara de sorprendido y con una sonrisa en la boca señalaba que no sabía nada. Varias horas después, ante la insistencia, reconocía por fin la existencia de la oferta pero todavía no se habían producido contactos serios sino negociaciones a través de los representantes.

Los informadores estuvieron a la hora señalada en el hotel, pero nadie fue al encuentro. Miguel Ángel Verdejo, que curiosamente estaba alojado allí, había salido para cenar y no acudió al encuentro. Además, declaraba que él nunca había concertado esa reunión con la prensa. Una maniobra un tanto extraña, quizás motivada por la intención de Muñoz de hacer pública la operación una vez que esté todo atado.
 
Redacción: La Voz de Cádiz.