Antonio Muñoz sigue asegurando, a día de hoy, que existen cuatro grupos interesados en hacerse con el paquete de acciones. Según las diversas informaciones aparecidas en diferentes medios se puede llegar a deducir que uno de ellos se sitúa en Madrid, otro en Cataluña y un tercero no podría tener un lugar definido. Además, el ya conocido Quique Pina.

Grupo de Madrid: El más enigmático de todos. Sólo la zona geográfica de donde procede ha sido desvelada. Del resto, nada de nada. Una incógnita total a la hora de saber cuales serían los hombres fuertes de ese grupo ni nombres vinculados al proyecto deportivo. Sin embargo, se dice de él que es, junto a Quique Pina, el mejor situado en estos momentos para hacerse con el Cádiz. Incluso Antonio Muñoz asegura que ya les ha sido remitido un borrador de contrato para que lo estudien.

Grupo de Barcelona: las noticias aparecidas sobre este grupo parecen que son las más claras junto a las de Quique Pina. Se trataría de una empresa que tiene su sede en Valencia, dedicada a cuestiones energéticas y cuyo proyecto vendría liderado por tres exjugadores del FC Barcelona. Migueli como cabeza visible, Asensi como secretario técnico y Luis Enrique como entrenador. En su contra, la pobre actuación que parte de este grupo tuvo cuando se hizo cargo del Algeciras.

Tercer grupo: de él se tienen tan pocas informaciones como el de Madrid. Ha pasado a un segundo plano pues en ningún momento se le ha dado como uno de los más atractivos para el presidente Antonio Muñoz.

Pina: El más conocido con mucha diferencia. A pesar del documento de confidencialidad al que hizo alusión Antonio Muñoz hace días, las operaciones que está llevando Quique Pina a cabo para intentar aterrizar en la tacita de plata están siendo aireadas de una manera asombrosa. Ambas partes hablan sin tapujo del interés del dueño del Ciudad de Murcia e incluso han salido a la luz partes de su proyecto deportivo. Su hombre en el banquillo sería Jose Luís Oltra, su hombre de confianza en la secretaría técnica Juan Carlos Cordero e incluso se barajan nombres de jugadores del Ciudad de Murcia que podrían acompañar a Pina la próxima temporada si se concreta la venta.

Complicaciones.
Al hablar de complicaciones, sólo podemos referirnos al caso de Quique Pina ya que éste es del que más conocemos. La compra de las acciones del Cádiz por parte del presidente murciano está condicionada inexorablemente por la previa venta de la plaza del ciudad de Murcia a otro equipo. En principio muchos fueron los clubes que se interesaron por esa vía rápida de entrar en la división de plata (Oviedo, Granada y alguno más) además de alguna oferta de propios empresarios murcianos. De todos ellos, sólo sobrevive actualmente la del Granada74, de Carlos Marsá.

La primera traba que se encuentran Pina y, sobre todo, Marsá, es la dificultad para conseguir un estadio en el que pueda jugar sus partidos el que sería nuevo “Ciudad de Granada” y que es obligatorio para la LFP. El ayuntamiento granadino no está por la labor de ceder Los Cármenes a este equipo que en la actualidad es el tercer club de la ciudad andaluza. No obstante, Marsá ya está en conversaciones con la Concejalía de Deportes de dicho consistorio y es posible que consiga la cesión.

La segunda, y la quizás más importante pero menos discutida, es aquella de la que hace unos días informaba el rotativo granadino Granada Hoy. No es otra que el plazo recogido en el convenio suscrito entre la Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Liga de Fútbol Profesional (LNFP) y que ampara la transacción de acciones de Sociedades Anónimas Deportivas bajo la denominación de Reglamento de Franquicias. Dicho plazo finalizó el pasado 15 de mayo. La única salida legal a ese problema es que el acuerdo de compra-venta de acciones del Ciudad de Murcia tendría que basarse en un cambio de domicilio social y una posterior venta de acciones. Eso es algo que tendría que contar con la aprobación de la RFEF y el Consejo Superior de Deportes y no se descarta, como anunciaba dicho periódico, que esta operación fuera tratada como fraude de ley, ya que el objetivo de la operación sería el mismo que el que no se podría conseguir al haber expirado ya el plazo.

No hay que ser muy avezado para comprender que mientras que Pina y Marsá no solventen estas dos cuestiones, la operación de compra de las acciones del Cádiz no podrá ser realizada por el murciano. ¿Esperará Muñoz a que esto ocurra? ¿Si se dilata la solución se decantará por otro grupo? Existe la posibilidad de que Muñoz exiga el pago en metálico de la cantidad que pide por esas acciones, algo que Pina no está en condiciones de conseguir si no es vendiendo antes la plaza del C. de Murcia.

Como vemos, ni mucho menos se ha dicho la última palabra en este asunto. Aunque Antonio Muñoz dejó claro que todo se llevaría a cabo antes del 15 de Julio, parece que el deseo del presidente del Cádiz es dejarlo todo atado mucho antes. Quizás esta misma semana. Lo que sí es seguro, como ha anunciado hoy a Onda Cero, es que no habrá marcha atrás y que no contempla en estos momentos continuar al frente del Submarino Amarillo la próxima temporada. Si no es una oferta la ganadora de la carrera, será otra. ¿Cuál? Mucho me temo que aún tendremos que esperar un poco más.

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