El juicio por el despido de Juan Carlos Cordero que se celebraba en el día de ayer en la sala de vistas del Juzgado de lo Social número 3 de Cádiz deparó varios momentos de sorpresa, pero uno de ellos lo protagonizó el hasta hace varios meses consejero del club cadista, Quique Pina, que acudía como testigo al acto judicial.
Según declaró Quique Pina, en palabras que recoge Diario de Cádiz, Manuel Vizcaíno "me dijo que estaban contentos con la renovación de Cordero pero propuso que en lugar de incluir un 5% por los traspasos de jugadores el porcentaje fuese de 15% dividido en un 5% para el presidente, 5% para Cordero y 5% para mi. Eso era algo inaceptable".
Las palabras de Quique Pina encontró la réplica del club de la voz del secretario de la entidad, y también abogado, Martín José García Marichal, que preguntó al murciano que por qué no denunció aquella propuesta de reparto, respondiendo éste que "lo haré cuando usted me entregue el acta de aquel Consejo".
Martín José García Sánchez, abogado del Cádiz CF, indicó que Quique Pina "actuó al margen del Consejo de Administración" en la modificación de las condiciones laborales de Cordero, entendiendo que incurrió en "administración desleal", careciendo de "eficacia y validez".
Según las palabras de García Sánchez recogidas por Diario de Cádiz, el Consejo rechazó el contrato de renovación de Cordero "por inasumible" y reprobó a Quique Pina "por no haber consensuado esa operación", apuntando que "se pasaba de 150.000 euros a 225.000 al año que podían llegar hasta los 700.000. Se le premiaba por venta de futbolista y el contrato no recogía el salario para Segunda B. No había justificación para hacer ese cambio de contrato"
El abogado de Juan Carlos Cordero, Emilio Álvarez Tirado, explicó al juez que "el despido es una represalia" y que "la carta de despido no tiene fecha".
Según desveló el abogado de Cordero, la carta de despido indicaba que "hacía labores de scouting e intermediación, pero las hacía cuando no estaba en el Cádiz", por tanto "no hay causa para el despido, no hay fecha, un consejero sin poderes le comunicó el despido", concluyó.
Vizcaíno explicó al juez que "Pina no podía trabajar sin la parte económica, hay un presupuesto y un límite que impone LaLiga. Tener poderes no significa que el Consejo no tenga la última facultad. El Consejo da poderes para que se usen bien" y matizó que "no tiene nada que ver el contrato que Pina le firmó a Cordero con el que después le propuso el Consejo, que exigía exclusividad, una vía de salida en caso de bajar a Segunda B, rechazo a la comisión del 5% y una indemnización según Ley" y cuando se enteró que el contrato estaba firmado "no permití que se diese de alta", por lo que "se aplicó el contrato anterior que era indefinido".
Juan Carlos Cordero, por su parte, reconocía que posee una empresa de intermediación de futbolistas y scouting, aunque "no tiene actividad desde que me hago cargo de la dirección deportiva del Cádiz", añadiendo que "no sé a quien pertenece Calambur".
El ex director deportivo afirmó que "no sé quién modifica el contrato, la cuestión es que yo renové con el Cádiz". Y aunque Vizcaíno le ofreció la renovación, reconoció que su interlocutor "siempre fue Pina" porque "él llevaba el tema deportivo y antes renovó a jugadores y al entrenador". También recalcó que "el club me ofreció un contrato dos meses antes de que se produjese el despido, aceptaban todas las condiciones salvo que yo tenía que pagar una indemnización en caso de marcharme que era de dos millones de euros en Segunda y cuatro millones en Primera. Ese contrato me lo envió Martín José García Marichal de parte del presidente".