El presidente del Cádiz, acompañado por el técnico Álvaro Cervera y Óscar Arias, ofrecía un brindis a los medios de comunicación en el restaurante Arsenio Manila de la capital gaditana. Manuel Vizcaíno también atendió de manera individual a la prensa. Se le preguntaba sobre el deseo que pedía para el nuevo año. “Que el barco siga su rumbo, que no haya ninguna tempestad que pueda moverlo, que los tripulantes de la nave tengamos pulso firme para saber en cada momento lo que tenemos que hacer y, en definitiva, que sigamos con el camino escogido porque es bueno”, respondía el máximo mandatario cadista.
Sobre la actualidad del equipo, que es líder de Segunda División y con la reciente clasificación para la siguiente ronda de Copa, añadía que “estamos en un magnífico momento con respecto de dónde venimos, pero aún muy lejos de donde queremos estar. El hecho de que saquemos pecho porque estemos bien no significa que no tengamos entre ceja y ceja aquel Cádiz de Primera División que deslumbró casi en el mundo entero, no solo por su forma de jugar sino por la pasión de la grada. Esperemos que estemos a la altura de esa afición dando la cara”.
No esconde que dentro de esos deseos está el del ascenso a Primera División. “Claro que es un deseo. Y si le preguntas a la gente en la calle todos te van a decir lo mismo. No deja de ser una realidad. Otra cosa es que sea una obligación y no vamos a repetir frases manidas con respecto a si es fracaso, decepción, ilusión o deseo. Tenemos que pensar en el Numancia y en pasar una Navidades magníficas al lado de familiares y amigos”.
De todo lo que se ha vivido en este 2019 en torno al club, quiso destacar “la solidez del proyecto, es que es indestructible e inatacable”. Preguntado siempre en ese proyecto con su persona siempre al frente. “No tiene por qué. Lo importante es que un proyecto se consolide por encima de las personas, que eso es lo que hemos hecho. Mi pensamiento es estar en el Cádiz en los próximos años, por supuesto que sí, pero lo importante es que un proyecto no dependa de ninguna persona sino del propio proyecto. Y eso creo que lo estamos haciendo”.
Obviamente, no podía faltar la pregunta sobre la renovación de Álvaro Cervera. “El entrenador y yo hablamos casi a diario. Creo que estamos centrados los dos en lo que tenemos que pensar. El día menos pensado, o no, surgirá la conversación. Él quiere seguir, yo quiero que siga. Tampoco creo que sea un tema del que haya que hablar cada semana y lo mejor es hablar de lo bien que lo está haciendo el entrenador, que está dando un ejemplo de cómo se lleva un grupo, de cómo se entiende la categoría, de cómo se preparan los partidos, de cómo se hace un grupo de trabajo, etc”. En ese sentido no le preocupa que llegue el 1 de enero y Cervera pueda negociar con otro club. “No es la primera ni la última vez que pase. Álvaro es un profesional como la copa de un pino y va a seguir dándolo todo pase lo que pase. Insisto que lo que quiero y lo que deseo es que se quede”.
Para finalizar explicó que el mejor regalo de Reyes “es ganarle mañana al Numancia, que los jugadores y empleados del club se vayan a unas vacaciones merecidas y empezar a trabajar para la segunda vuelta”.