La administradora de Calambur Intermediaciones SL, Elena Pina Campuzano, ha emitido un comunicado para replicar al publicado por el Cádiz CF.

Elena Pina Campuzano hace hincapié en una parte de la sentencia sobre las retribuciones anuales del Consejo de Administración del club.

El comunicado íntegro, remitido a Portal Cadista es el siguiente:

Ante el comunicado que ha emitido de manera sorpresiva el sr. Vizcaíno por boca del Cadiz Club de Fútbol donde expone de manera sesgada y torticera la Sentencia recibida en el día de hoy por el Juzgado mercantil N2 de Cadiz hemos de indicar que es falso lo manifestado por el club en cuanto no dice lo verdaderamente importante y que afecta a la Salud económica y diaria de la entidad que textualmente dice lo siguiente:

“declaro la nulidad del Acuerdo 7a de la Junta General Extraordinaria de 26 de diciembre de 2020 que fija el importe máximo anual de retribución, para todo el Consejo de Administración, en el importe de un millón de euros en los ejercicios en los que el primer equipo del Cádiz CF SAD milite en la Segunda División del fútbol profesional, y de dos millones de euros en los ejercicios en que dicho primer equipo del Cádiz CF SAD milite en la Primera División del fútbol profesional.”

Es decir que el Consejo de Administración del Cadiz (en las personas que lo componen y lo componían) no pueden seguir saqueando y cobrando lo que venían haciendo y deben devolver las cantidades cobradas. Muy distinto de lo manifestado por el club en su comunicado. Sorprende sobremanera la reacción del club en este sentido pues no es que lo obvia sino que tergiversa y miente de manera descarada. 

De hecho la demanda que en su momento Interpuso Calambur Intermediaciones contra el Cadiz Club de Fútbol que traen causa los acuerdos aprobados por la Junta General ha sido estimada parcialmente y es cuanto menos “curioso” que las personas que mal dirigen el club lo celebren.

En el resto de pronunciamientos Calambur Intermediaciones recurrirá y seguirá defendiendo sus intereses y los del club por encima de todo y en el convencimiento de tener la razón absoluta desde el máximo respeto a los tribunales de la administración de justicia.