Su presencia fue una de las sorpresas en el primer entrenamiento del Cádiz CF. El guardameta Isco Suárez se presentaba en el terreno de juego de la Ciudad Deportiva Bahía de Cádiz para entrenar junto a Bernabé y José Antonio Castillo a las órdenes de Miguel Ángel Bazán, que comprobó sus cualidades tanto ese día como el siguiente, los únicos que entrenó de amarillo.
En dos días, el espigado y rápido portero convenció al club cadista, que rápidamente comenzó a entablar negociaciones con el Coria CF para hacerse con sus servicios, pactando incluso un partido amistoso en el estadio Guadalquivir como contraprestación a la operación. Pero en estos momentos las negociaciones parecen haberse paralizado y los responsables deportivos del Cádiz CF estarían buscando otros efectivos para ese puesto de segundo portero.
Con la humildad por bandera y la ilusión de un joven a punto de cumplir 24 años, Isco Suárez quería triunfar en el Cádiz CF poniendo todo su esfuerzo, tesón y sacrificio, ya que la oportunidad que se le presentaba no la iba a dejar escapar. Pero la ocasión parece alejarse para el portero coriano, que no ha tenido más remedio que regresar a su casa de Coria del Río, incorporarse a los entrenamientos con su equipo, el Coria CF, y continuar su trabajo en el sector de la aeronáutica esperando unas noticias desde la capital gaditana, que podrían tanto haberse retrasado, como podrían no llegar nunca.