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Foto: portalcadista.com
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Ayer al mediodía la Peña Cadista Sección Chirino celebró en el local de su sede social el Día de la Mujer, con una charla-coloquio que contó con la presencia de las tres aficionadas que acumulan más antigüedad en sus abonos del Cádiz C.F.: Pepi Sánchez, María de los Ángeles Jiménez y Mari Paz Parra.
Con este acto, que coincide en el fin de semana previo a la celebración del Día Internacional de la Mujer (que se celebra el 8 de Marzo), la Peña Cadista Sección Chirino quiere “hacer una denuncia pública de las diferencias de la mujer en el fútbol y el deporte en general”, tal y como explicó Carmen Gil, Presidenta de la Peña.
Tras sus palabras de presentación del acto, Andrés Sáinz, como Vicepresidente de la Federación de Peñas Cadistas y promotor del proyecto «Carranza, Estadio de Paz» explicó que más de un 30% del público que acude al Ramón de Carranza es un público femenino “nos gusta que vengan al estadio en plena igualdad”.
Posteriormente daba comienzo la charla coloquio, donde se repasaron las vivencias de estas tres cadistas.
Pepi Sánchez recordó como su afición al fútbol comenzó con 8 años de edad “tenía dos hermanos y el mayor era el que me llevaba al Campo de las Balas”. Allí supo que el fútbol iba a ser una de las pasiones que marcaran su vida, ya que incluso “se aprendía los nombres de todos los jugadores”.
En su casa en principio no sintió rechazo, ya que “mi madre me dejaba ir al fútbol con la condición de sacar buenas notas. Y así era, que estudiaba lo mío y lo de mis compañeras con tal de ir al campo de fútbol”. Su afición al fútbol sí que le costó ciertos problemas en el ámbito escolar, ya que “las monjas me castigaban porque según ellas era un pecado ver a los hombres en calzoncillos y después mi madre me volvía a castigar”, comentaba, no sin cierto humor.
En relación al momento que más disfrutó como cadista, Pepi no dudó en señalar los ascensos conseguidos y el 4-0 al Barcelona “ese día disfruté y boté como nunca. Cuando ví que los del Barcelona metían las botellas de Champán para el vestuario les dije varias cosas y me quedé muy satisfecha”.
Y su momento más triste fue cuando el Cádiz estuvo a punto de desaparecer “Me llevé una semana sin salir de casa”, indicó.
Mari Paz Parra rememoró los comienzos de su afición al fúbol “Me empezó a gustar el fútbol porque yo vivía en San Severiano y marido jugaba en un equipo” y también recordaba sus primeros partidos en los que veía al Cádiz “Antes de hacernos socios mi marido y yo nos íbamos a Fondo Sur, que nos costaba la entrada 6 reales. Ya después me hice socia y desde aquel momento no he faltado”.
A Mari Paz se le puede ver cada domingo en el estadio Ramón de Carranza animando al Cádiz y también en la Ciudad Deportiva disfrutando de los partidos del Cádiz B “Al Rosal nos íbamos a pasar el día en familia y a ver todos los partidos que se jugaban”.
También mencionó que su mejor recuerdo como cadista fue el 4-0 del Cádiz al Barcelona, aunque si tiene que especificar su momento más triste no duda en señalar “cuando bajamos de Primera a Segunda la primera vez”.
Una de las anécdotas que no se le borrará a Mari Paz de la retina fue en el último partido en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid “íbamos por Madrid y la gente nos animaba, y una vez terminó el partido allí nos quedamos animando al Cádiz y los jugadores tuvieron que salir al campo media hora después”.
Mari Ángeles Jiménez también es una de las abonadas más antiguas del Cádiz C.F. Su afición al fútbol le viene “desde el año 65, porque cuando mi marido y yo éramos novios nos íbamos a ver el Balón de Cádiz. Después ya me iba con mis vecinas hasta que del grupo me quedé yo sola porque ellas se volvieron atrás”.
Aunque Mari Ángeles ha disfrutado de momentos muy buenos, también comentó que fueron muchos los momentos tristes que ha vivido desde que es aficionada cadista, aunque esta temporada está esperanzada en conseguir la salvación “tengo buenas sensaciones”, recalcó.
El cadismo es más allá de una afición. Puede decirse que es un sentimiento. Mari Ángeles expuso que es del Cádiz “porque me gusta y era y es mi diversión”.
Estas tres abonadas son historia viva del cadismo y son un ejemplo para muchas aficionadas que cada quince días acuden al Ramón de Carranza.
Al final de la charla coloquio, la peña cadista entregó varios regalos a estas cadistas y sirvió a los asistentes unos aperitivos. Todo ello amenizado con la actuación de la chirigota femenina "Las Madrinas".
Reportaje de fotos:
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