|
Foto: portalcadista.com
|
|
|
Ángel Oliva hace balance de la temporada del Cádiz B, en una entrevista en la que vuelve a hacer gala de la sinceridad y rigor que, como buen maño, le ha caracterizado dentro y fuera de los terrenos de juego. Pero no sólo habla el entrenador del primer filial sino una de los futbolistas más destacados de la historia del Cádiz Club de Fútbol. Un futbolista que nunca destacó por sus regates, por sus pases de tiralíneas ni por sus goles pero él aportaba otra cosa: esa sobriedad, disciplina y seguridad defensiva que tan importante fue para aquel Cádiz de los milagros.
Empecemos con la pregunta típica de estas fechas: ¿qué balance puede hacer de la temporada que acaba de concluir?
Ha sido una temporada positiva en líneas generales, con una primera vuelta en la que el equipo estuvo siempre entre los 7 u 8 primeros y una segunda vuelta marcada por los malos resultados de los primeros partidos. El objetivo era no pasar los apuros de las dos temporadas anteriores y se ha cumplido. También estoy muy contento porque todos los jugadores han progresado, son mejores futbolistas que cuando los cogí. Es una pena que haya terminado la temporada porque en los últimos cinco o seis partidos habíamos conseguido que el equipo circulara el balón con desparpajo buscando las bandas. El equipo ha acabado muy bien y por eso considero que la temporada ha sido buena.
La temporada ha tenido momentos complicados: las lesiones de Juanito y Álvaro, la marcha de Javi Catalán, los problemas de disciplina de algunos jugadores… ¿Cómo ha respondido el grupo ante estas circunstancias?
La verdad es que muy bien. Estoy muy agradecido a los futbolistas por el comportamiento que han tenido en cuanto a trabajo y a actitud. Esos problemas han podido afectar al rendimiento general pero el vestuario los ha sabido asimilar perfectamente. Por las bajas de Juanito y Álvaro, hemos tenido que amoldar a jugadores a posiciones que no son las suyas habituales y la respuesta ha sido inmejorable. Rubén Díaz ha alternado el doble pivote con el puesto de central y lo ha hecho muy bien. Fran Mejías también ha realizado un trabajo fenomenal de destrucción en el medio del campo pese a que es centrocampista de corte ofensivo. En cuanto a Javi Catalán, era muy importante para nosotros por su capacidad de desequilibrio y desborde pero decidió dejar el fútbol y hay que respetar su decisión. Respecto de los problemas de disciplina, tengo muy claro que estas cuestiones hay que atajarlas de raíz y más en un filial que es el espejo donde se tienen que mirar todos los canteranos. Un jugador que está en el Cádiz B tiene que dedicarse a entrenar y a estudiar, si estudia, y el que quiera hacer otras cosas que no se dedique al fútbol.
Los problemas de disciplina, ¿son un mal endémico en un filial?
La sociedad va cambiando y en el fútbol se está perdiendo la cultura deportiva que había antes lo que afecta especialmente a los más jóvenes. A principio de temporada le dije a cada uno de mis jugadores que admito que en un momento dado tenga un bajón anímico pero lo que no voy a tolerar es que por costumbre se tengan actitudes que no son las correctas. Eso me dice que no quiere ser jugador de fútbol y con esa actitud no puede seguir en el equipo porque con su presencia está cerrándoles las puertas a chavales que sí quieren ser futbolistas.
¿Los jóvenes son conscientes del privilegio que tienen por pertenecer a las secciones inferiores de un club importante?
Yo creo que no. A veces los futbolistas no son conscientes de que esos dos o tres años de trabajo y sacrificio en un filial puede ser el trampolín que les lleve más arriba, tal vez por esa mentalidad que comenté antes.
Cambiando de tema, parece que el equipo ha funcionado mejor fuera que en casa, ¿a qué puede deberse?
Bueno, hemos sacado unos resultados muy similares. Ha habido partidos en El Rosal que marcaron la temporada, como aquel día del Algeciras, que íbamos ganando 3-0 y nos empataron en los últimos minutos , el del Racing Portuense, que nos empatan en el 93, o el del Córdoba B, que fallamos un penalty y poco después nos empatan. Son cinco o seis puntos que marcan el devenir de la temporada porque nos habrían permitido acabar más arriba en la tabla e incluso pensando en otros objetivos.
También se ha hablado muchísimo de las actuaciones arbitrales en la Ciudad Deportiva.
Voy a ser claro. El nivel de los árbitros en estas categorías deja mucho que desear. Unas veces te pueden favorecer y otras perjudicar pero sí es cierto que los colegiados que pitan en El Rosal no tienen esa presión que les hace orientar sus decisiones hacia un lado u otro. Este año lo hemos visto con la cantidad de expulsiones que hemos sufrido y que nos han obligado a estar muchos minutos en inferioridad numérica. No podemos decir que hayan condicionado la temporada porque un día te dan y otro te quitan pero el nivel arbitral es muy flojo en Tercera y contra eso también tenemos que luchar.
A principios de temporada se llegó a decir desde el Consejo de Administración que el objetivo del B tenía que ser luchar por meterse en promoción de ascenso. ¿Había unas expectativas demasiado altas en el club?
A lo mejor eso lo dijeron porque no conocían bien a la plantilla. Siendo realistas no teníamos equipo para luchar por el ascenso y por eso yo nunca he marcado ese objetivo.
¿Tal vez se esperaba más de algunos futbolistas, sobre todo de los que llegaron de equipos de Segunda B o que acababan de ascender a esta categoría?
Puede ser que la llegada de estos jugadores diera lugar a mayores expectativas pero antes de valorar a un equipo hay que conocer las características de cada jugador: su calidad, su fortaleza mental, su nivel de sacrificio… Tengo claro que algunos futbolistas podrían haber aportado más, como también sé que las expectativas puestas en esos jugadores eran más altas para lo que en realidad podían ofrecer.
¿Un equipo como el Cádiz se puede permitir el lujo de tener a su filial en Segunda B?
Por supuesto y sería bueno para el club porque ello haría que el salto al primer equipo no fuera tan complicado, pero tampoco debe ser una prioridad estando el Cádiz como está ahora. Años atrás, con el equipo en Segunda B, hubo muchas oportunidades para incorporar jugadores del filial al primer equipo y no se hizo. Ahora también hay posibilidades y esperemos que se haga.
Sin saber dónde va a estar el año que viene el primer equipo es complicado hablar de posibles incorporaciones de canteranos, ¿no?
No, no es complicado porque hay dos o tres jugadores que, esté el Cádiz donde esté, tienen para mí todas las opciones de subir al primer equipo para la próxima temporada con plenas garantías. Germán es uno de ellos. Esté en la categoría que esté y con el entrenador que esté, el año que viene debería estar en el primer equipo con la temporada que ha hecho y cómo está entrenando.
¿Y José Miguel Caballero?
Tiene muchas cualidades y puede estar perfectamente en el primer equipo pero debe poner algo más de su parte. Tiene que mostrar más sacrificio haciendo un trabajo de equipo más intenso. Es posible que en el primer equipo los propios compañeros le impongan un nivel de exigencia que ahora mismo no encuentra en el filial por su forma de ver el fútbol.
También se habla de Ricardo.
Es un caso diferente. Es un portero que ha progresado mucho pero le falta un poquito todavía para ser uno de los dos porteros del primer equipo. La temporada que viene puede estar entrenando con los mayores pero debería seguir formándose a base de partidos en el filial. Sólo tiene 21 años, no le faltan aptitudes y todavía tiene mucha capacidad de mejora.
Muchos aficionados que suelen ir a los partidos de El Rosal echan de menos ese fútbol alegre y abierto que, según ellos, era habitual antes en los equipos canteranos.
A mí me gusta que mis equipos jueguen al fútbol y saquen el balón jugado desde atrás pero depende de lo que tengas en el vestuario y si no cuentas con los jugadores adecuados tienes que buscar alternativas. Además, el rival también juega y suele contar con futbolistas más experimentados que saben cortar el ritmo del partido.
Son casi 25 años los que lleva Ángel Oliva vinculado con el Cádiz, ¿cómo ve el club en estos momentos?
Esta temporada volví al club después de seis años y la verdad es que he visto importantes cambios en el nivel organizativo, con una estructura más moderna y profesional. En el plano deportivo, es una pena que el equipo no tenga más continuidad en el fútbol profesional. El Cádiz, por su capacidad, puede estar entre Primera y Segunda División pero no puede bajar a Segunda B. Por eso es muy importante que el Cádiz mantenga la categoría porque, por club, historia y afición, está donde le corresponde. En los últimos partidos el equipo está ofreciendo mejor cara y es importante de cara a los jugadores y a la afición porque han sido muchos meses de preocupación, e incluso de resignación, por la situación del equipo en la tabla. Haber salido del descenso, aunque sea una jornada, es muy importante porque ha dado ese plus de confianza y de moral que todos necesitan, jugadores y afición.
Hablando de la afición, se dice que el cadismo ha cambiado y que el actual no es tan exigente como esa afición que conociste en los años dorados del Cádiz en Primera.
Era diferente. Entonces las personas que iban al estadio eran de mayor edad lo que les hacía ser muy exigentes pero iban a muerte con el equipo, sobre todo en los partidos más importantes donde más falta hacía su apoyo. En los últimos años se ha incorporado mucha juventud y es bueno pero los jóvenes tienen otra forma de vivir el fútbol. Ahora, el grado de exigencia es menor pero con los años irá cambiando. En los últimos tiempos, tal vez debió haber exigido al equipo un poquito de más intensidad para sacar los partidos. No se puede negar que la afición siempre ha estado con el equipo pero debería ser más exigente.
|