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Foto: portalcadista.com
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Alejandro Varela es uno de esos jugadores del Cádiz que se hizo querer dentro y fuera del terreno de juego. Tras estar cinco años luciendo la elástica cadista, contribuyendo a los años dorados de la historia reciente del equipo amarillo, pasó al desaparecido Ciudad de Murcia para terminar colgando las botas dos años después en otro equipo amarillo, el Orihuela. Pero ya le tenían reservado un sitio en la nómina de técnicos del Cádiz y, en su primer año en los banquillos, ha justificado plenamente la confianza dada firmando una gran temporada como entrenador del histórico Balón.
Es de suponer que el balance de la temporada será muy bueno. Octavo clasificado en Primera Andaluza luchando con clubes del nivel del Conil, San Fernando, Chiclana, Xerez B, Rota...
Pues sí, la temporada se calificar como un éxito en todos los sentidos. A nivel de equipo ha sido muy importante porque la mayoría de los chavales son de primer año y el salto de categoría de Juveniles a Sénior es muy grande. Se han enfrentado a rivales con mucha historia, con jugadores expertos, y el nivel que han ofrecido ha sido muy positivo.
Hay que destacar también la trayectoria creciente del equipo. A final de temporada se ha convertido un bloque que ha sido muy difícil de batir.
Efectivamente, en los primeros partidos pagamos la inexperiencia de los chavales. Les faltaba creer en ellos mismos pero después de empatar en casa con el Almonte se dieron cuenta de que podían ganarle a cualquiera y a partir de ahí el equipo dio la cara siempre, hasta el punto de que en la segunda vuelta hemos perdido sólo cuatro partidos, lo que demuestra el grupo que se ha conseguido hacer. En estas etapas de formación, no se puede pedir a los futbolistas que ganen siempre pero sí que lo den todo y que apliquen lo que se prepara durante la semana y en este sentido sólo tengo elogios hacia ellos.
No sólo el objetivo deportivo, que es importante en cualquier equipo. Hablamos de un filial y en este caso también habéis cumplido el objetivo de surtir de jugadores al equipo inmediatamente superior.
Desde un principio le dije a los jugadores que prefería que el equipo quedara en el puesto 14 pero con varios de ellos jugando en el Cádiz B que cuarto con todo el bloque. El equipo ha funcionado siempre como conjunto y eso ha repercutido también en que algunos jugadores hayan dado el salto al equipo de Tercera. Como consecuencia, hemos tirado del Juvenil e incluso del Cadete, lo que también es muy importante. Fuera, se tenía la mentalidad de que el Balón era un muro para los futbolistas y hemos demostrado que no es así, que este equipo es una fase importante del proceso de evolución de cualquier futbolista.
Hablando de futuro, es de suponer que para el año que viene algunos jugadores subirán al Cádiz B y la referencia del Balón, por lógica, debe ser el Juvenil.
Exacto. Un grupo de nuestros jugadores pasarán al B la temporada que viene y su lugar lo ocuparán jugadores del Juvenil, que debe ser la base del Balón. Los que continúen en el equipo tendrán que ejercer de piedra angular del equipo de la temporada que viene siendo la referencia para los chavales que lleguen. El fútbol es como la propia vida. Cada jugador debe seguir sus etapas de formación y el ritmo no tiene por qué ser el mismo para todos. Unos necesitarán más tiempo para completar su etapa y otros necesitarán dar antes el salto de categoría para seguir formándose.
Al hilo de lo que ha dicho, ¿qué tal es el grupo que ve en el Juvenil?
Es muy bueno, tanto en el Cádiz como en el Balón juvenil. Los dos son buenos equipos y, lo que es más importante, los chavales saben que están llevando un escudo, que es un sentimiento, y lo van defender con todo el orgullo y la ilusión del mundo, estén en el equipo que estén. Este año lo han demostrado los chicos del Balón, desde el primero hasta el último. Pero no sólo es el juvenil, también hemos tirado del Cadete. El último partido en casa contamos con un chaval que apunta muchas maneras para ser un buen futbolista.
En los mentideros cadistas últimamente se ha hablado mucho de Pedro Gauthier. ¿Qué nos puede decir de este jugador uruguayo?
Es un chico que viene de haber jugado en Brasil y en Uruguay, en competiciones importantes. Está casi hecho como futbolista, en la parte final de su formación. Aunque acaba contrato, estamos afrontando su renovación. Cuando traemos jugadores de fuera es porque mejoran lo que hay en casa por su proyección futura y está claro que lo hacemos con miras al primer equipo.
En el apartado personal, ¿cómo se ha sentido en su primer año en un banquillo? ¿Se ve diferente el fútbol como entrenador que como futbolista?
Yo les digo a los chavales que los entrenadores nos damos cuenta de todo, tanto en los entrenamientos como en los partidos, y más nosotros que durante la temporada hemos realizado 230 sesiones de entrenamiento, que es muchísimo. He tenido la suerte de contar a mi lado con Miguel Cuesta, mi segundo, que ve el fútbol igual que yo, y tenemos claro lo que queremos y qué manera tenemos de llevar al grupo. Además, nuestros principales colaboradores han sido los jugadores, que siempre nos han hecho el trabajo más fácil. Por tanto, la experiencia ha sido fabulosa. Supongo que en mi carrera profesional habrá etapas mejores y peores pero tengo claro que ésta es la que mejor voy a recordar en mi vida por todas las circunstancias que se han dado y por el gran grupo humano que he tenido a mi lado.
¿Qué es lo que más destaca de Alejandro Varela como entrenador y qué es lo que debe mejorar con el tiempo?
Yo soy muy autocrítico conmigo mismo y me gusta preguntar y escuchar a la gente que tengo alrededor. Tengo muchísimo que mejorar y lo intentaré hacer poco a poco. De lo que más orgulloso estoy es de cómo me ha respondido el equipo a nivel personal. Me he sentido respaldado por ellos y me lo han demostrado. Eso también es motivo de orgullo, sé que les he ayudado en su proceso de formación y que gracias a mí han crecido como futbolistas.
¿El futuro de Varela para el año que viene sigue pasando por el Balón?
No lo sabemos. El club está ahora mismo a expensas del primer equipo. En su momento, habrá que ver qué consideran lo más conveniente para el club y después tendremos que sentarnos a analizarlo.
¿No tendría inconveniente en continuar?
Es una opción aunque a día de hoy no me he planteado nada a corto plazo. Ahora mismo el objetivo es acabar la temporada, entrenar hasta el día 30 de mayo, y seguir viendo jugadores. Después, ya nos plantearemos otras cuestiones que ahora mismo son para mí secundarias.
Una pregunta más filosófica. En un club como el Cádiz, que probablemente nunca será un Liverpool o un Barcelona, ¿la cantera tiene sentido? ¿Tiene futuro? ¿Sirve para algo?
Tiene sentido, tiene futuro y sirve para mucho. Hay que creer en la cantera. Tenemos cerca de doscientos chavales y ocho equipos. Por tanto, el Cádiz tiene una cantera muy importante. Semana tras semana recibimos la visita de ojeadores no sólo de España sino también de Europa. Tenemos los casos de Suso, Xisco y de otros jugadores a los que quieren equipos del máximo nivel. Si esos jugadores son importantes para los clubes grandes, está claro que también deben serlo para el Cádiz. La cantera debe ser importante y tener presencia en el primer equipo, no sólo testimonial sino real.
¿Qué sentimiento os invade a los técnicos cuando viene un club grande y se lleva a un chaval de 14 o 15 años que ha pasado buena parte de su vida formándose en El Rosal?
Hay casos y casos. Cuando los chicos terminan su período infantil o cadete no lo puedes retener. Si son mayores sí puedes impedir su marcha pero no es bueno retener a nadie contra su voluntad. Nosotros queremos futbolistas que quieran jugar en el Cádiz y no nos interesan los que quieran utilizar al Cádiz como trampolín. En algunos casos te llevas decepciones con futbolistas que llevan tiempo aquí, con los que has tenido un trato muy cercano, hemos gestionado su vida personal en los estudios, en su dieta, en su formación personal y deportiva, pero que se van de la noche a la mañana. Además, cuando lo hacen, sólo te destacan lo negativo de su experiencia en el Cádiz y la verdad es que nos duele a los técnicos, además de ser una falta de respeto a los compañeros y un mal ejemplo para ellos. Afortunadamente, la mayoría de los canteranos y de sus padres tienen claro que su objetivo es jugar en el Cádiz y eso nos enorgullece a todos.
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