El cambio de última hora en el dispositivo policial cuando el autobús de los jugadores del Cádiz CF llegaba a Carranza dejó plantados a miles de cadistas que, para variar, habían llenado la Avenida Juan Carlos I de amarillo para regalar a su equipo un recibimiento digno de Champions.
La llegada del autobús a fondo sur por el lado inverso propició que los jugadores amarillos decidieran acercarse a saludar a su afición a pie, algunos enfadados por no poder haber sentido un recibimiento como hace dos semanas.
Servando, defensa cadista y uno de los capitanes del equipo gaditano, no dudó en criticar lo ocurrido en su perfil de Twitter, manifestando que “lo ocurrido a la llegada del equipo fue una lástima, no debería volver a pasar”. El guardameta Pol Ballesté también se sumó a la protesta: “La plantilla lamenta lo acontecido a la llegada del autobús al estadio. Debemos denunciarlo y pedir responsabilidades”.