Tras volver a ver jugar a mi Cádiz del alma en el lugar donde trabajo y resido habitualmente desde hace más de cuatro años, Villanueva de la Serena, provincia de Badajoz, y "llevarme el palo" de comprobar cómo salía derrotado tristemente, necesitaba expresar mi mayor ánimo a Alberto Monteagudo por la semana complicada que se le presentó tras la eliminación copera y la derrota en "mi" pueblo.

Ha transcurrido muy poquito tiempo de la actual temporada para que se haya escuchado ya hablar en Cádiz de su cese, ¡con lo que aguantamos el año pasado pese a tener supuestamente una plantilla a base de talonario!

Os recuerdo, por ejemplo, que ha tenido que venir de fuera este míster para contar con gente de nuestra tierra y canteranos y, si no tira más de ellos, es debido a que la dirección deportiva ha metido la pata hasta el fondo al realizar las fichas del equipo, no teniendo en cuenta la norma de los siete jugadores de la primera plantilla obligatorios para participar en cada partido oficial de liga de principio a fin, según ha confirmado la Real Federación Española de Fútbol al club.

En Villanueva de la Serena, aunque acabara el partido así, a los "autóctonos" que me han hablado del mismo les ha gustado más el planteamiento de Monteagudo que el de José en la anterior ocasión. Es cuestión de paciencia que el grupo termine de compactarse y engrasar a tope la máquina... En el Benito Villamarín se ha conseguido dejar de nuevo la portería a cero y ofrecer una sensación muy positiva, seria y solvente. Espero que en Carranza este sábado, donde podré estar, al igual que mi hermano Ángel, el cual baja este fin de semana unos días de su lugar de trabajo, la inolvidable Miranda de Ebro (y a quien aprovecho para felicitar por su santo), nuestro auténtico "submarino amarillo" confirme que marcha por la senda correcta y agrade con su alegría futbolística a todos los presentes, incluyendo a la prensa.

Por cierto, ¡qué maravilla y orgullo contemplar como capitán del equipo a un tío de Cádiz!

Desde mi punto de vista personal, prefiero "morir" al menos de esta forma que contemplar cómo se arrastraba el Cádiz con José González, que da la casualidad de que sigue sin encontrarse en la agenda de ningún club, por algo será. Resulta curioso tras sus últimos resultados, imagino que se le va conociendo por fin de verdad...

Bueno, lo dicho: ¡Alberto, yo confío en ti!

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