Dèjá Vu

21.06.2010

Otra vez en Segunda B y otra vez la misma historia. Parece que nos hemos remontado al año 1994 donde una complicada cortina de incertidumbre rodea a todo el cadismo. La marcha de Antonio Muñoz pedida por los aficionados y otorgada por el máximo accionista no hace más que dejar al club a la deriva. A ver si ahora hay algún valiente que quiera comerse el pastel de un equipo metido en el pozo sin timón ni timonel. La rueda de prensa de este lunes de Muñoz Tapia no ha hecho más que ahondar en la crisis: si ni se aseguran los pagos ni se descarta la ley concursal... Qué futuro más negro, ¿no?.
 
En esta ocasión no hay ningún Arturo Baldasano al que echarle la culpa, ni ningún Del Bosque o Carnero al que acusarlo de una mala planificación. Los culpables de esta situación van del primero al último, desde el que pone el dinero y decide, al que no ha conseguido dejar la portería a cero o no marcar los goles suficientes para quedarnos en la categoría. Es una pena que en una Segunda División tan sumamente mediocre como esta el Cádiz haya acabado en el pelotón de los más torpes para perder la liga de fútbol profesional.
 
Pero esto nos depara sorpresas. El nuevo modelo de gestión me hace tener el dèjá vu de la época de los GIL o el Grupo Zeta en el club. Unos ponen el dinero por detrás y otros dan la cara por delante... Ojalá acierten y no tengamos otro Fernández Garrosa o Fran Canal dirigiendo el cotarro. En esto hemos caído todos y sólo hay una forma de salir: juntitos de la mano. Seremos más o menos, mejores o peores, pero pase lo que pase estaremos en Carranza. El Cádiz está por encima de todos. Que a nadie se le olvide que los sentimientos ni se compran ni se venden sólo pueden ser alegres o tristes.

José Grima
Onda Cero Cádiz, Diario AS, UNA Bahía TV