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Por los pelos |
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29.08.2010 |
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Tarde de estrenos en la tacita de Plata. El Cádiz C.F. abría la temporada de “la vuelta al pozo” haciéndolo como local en el estadio Ramón de Carranza cuyo terreno de juego va mejorando aunque aún le queda para ser un terreno más propicio de un equipo que pretende jugar al fútbol con toque. Se estrenaba también en Liga con el equipo amarillo el entrenador serbio: Risto Vidakovic con un saco cargado de ilusión y buen fútbol. También debutaba en la categoría Roberto Suárez, en una temporada en la que va a tener que lidiar con muchas trabas económicas. Otro de los que debutaba, lo hacía con la mayor de las ilusiones, es Diego, un jugador que ha demostrado durante la pretemporada que quiere ser tenido en cuenta, y hoy ha vuelto a dar muestras de ello.
Otro que hacía su debut en una nueva ubicación, es “servidor”, que hoy compartió Palco Avenida junto con una cincuentena de aficionados cadistas. La experiencia ha sido muy buena, dado que a la buena visión panorámica que ofrece dicho balcón, se une el entusiasmo que mis compañeros de palco ponían en cada acción del equipo, demostrando que también son cadistas de verdad y que por una razón o por otra no han podido o querido hacerse abonados. El caso es que coger un buen sitio en ese palco recuerda a aquellas tardes en la vieja grada de Fondo Norte, donde había que acudir con dos horas de antelación para disfrutar de una situación de privilegio.
Comenzaba el partido y el equipo amarillo mostraba pronto sus cartas, con un juego combinativo que dejaba muy buenas sensaciones en los aficionados. El centro del campo, con Álvaro Jurado, Fran Cortés y Carlos Caballero, se hacía con el control y el dominio durante toda la primera mitad. La mejor ocasión en este periodo nacía de los pies de Fran Cortés que con rapidez metía un balón en profundidad a Enrique que se plantaba solo hasta el vértice del área chica y en lugar de fusilar al portero visitante, pasaba el balón a Velasco que llegaba al área por el palo contrario pero acompañado de dos defensores rivales que le impidieron rematar con facilidad. Mala elección de Enriquinho, aunque con buena voluntad.
El Cádiz rondaba el gol con centros por los dos costados que la defensa jiennense sacaba como podía, mostrándose en muchas ocasiones muy nerviosa. Hasta que llegado el minuto 38, una falta lateral, en tres cuartos de cancha, la ejecutaba Carlos Caballero muy cerrada al primer palo, el portero rival toca con los dedos hasta enviarla al poste, pero el balón se rebota hacia su espalda y acaba rebasando la línea de gol. La misma última acción de Abraham Paz vestido de amarillo, pero esta vez con final feliz.
Llegaba el descanso y la fuente que existe en aquella placita se convertía en la verdadera protagonista ante el calor que estábamos soportando. Tras refrescarnos, se montaba una pequeña tertulia muy participativa por parte de los que habitábamos el palco. Todos con muy buenas sensaciones.
Pero comenzaba la segunda mitad y el equipo comenzaba a dejar dudas que poco a poco se iban transformando en preocupación. El Cádiz perdía el centro del campo, perdía el balón y perdía el dominio. Poco a poco comenzaba a dar pasitos atrás merced al empuje de los jugadores blanquillos, pero sin transformarse en ocasiones de peligro. Pero a medida que avanzaba el partido Dani se convertía en improvisado líbero abortando los pases en profundidad del rival. Hasta que, como una premonición, un balón suelto en una interceptación de Álvaro Silva, es cazado por Iván Zarandona, que de ajustado disparo ajustadísimo al poste izquierdo de Dani, logra batirlo. Parecía demasiado castigo para el Cádiz, ya que el Real Jaén apenas había gozado de ocasiones claras de gol. A raíz del gol, el Cádiz se lanza a por el “todo o nada” y aunque deja espacio a las espaldas de los hombres del centro del campo, los amarillos gozan de al menos tres jugadas de mucho peligro. Hasta que en el tiempo de descuento, el Cádiz hace bascular un balón de izquierda a derecha y vuelta al centro, a los pies de Carlos Caballero, que mete un centro con rosca por encima de la línea de centrales que acaba con una peinada de Aarón Bueno que acaba en las mallas tras de nuevo rozar la incertidumbre del poste.
Esta vez, la suerte nos sonrió y en mi opinión, el resultado final hace la justicia del que busca el gol como meta en este deporte. Ambos equipos fueron poseedores del dominio en cada mitad, pero no hay que olvidar que la posesión del balón no asegura puntos. Esperemos que lo ocurrido en la segunda parte solo sea reflejo del cansancio acumulado entre el partido de Parla y el viaje. El entrenador ha utilizado justo a los mismos que lo hicieron en Parla y en este inicio de temporada las fuerzas están a lo justito. Es tiempo de rotar para el próximo miércoles ya que aunque todos los cadistas queramos ver ganar a nuestro equipo, lo importante es la liga regular. En esta ocasión ha sido por los pelos, esperemos no tener que llegar a situaciones tan agónicas. La diferencia entre irnos con un disgusto o una sonrisa hoy ha estado en los pelos, concretamente en los de Aarón.
Yoni Weiss