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Las SAD: Sociedades Anónimas Deportivas |
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09.02.2011 |
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Nacieron allá por el año 1990 como la panacea a los problemas del deporte español aunque muchos vaticinaron que no sólo no solucionarían ningún problema sino que serían la causa de nuevos males. No se equivocarían. Las Sociedades Anónimas Deportivas no han resuelto ninguno de los problemas que tenía el fútbol hace 20 años y están dando lugar a grandísimos problemas en los clubes deportivos, especialmente en los más modestos. A los casos de la Cultural Leonesa, del Pontevedra, del Jaén, del Poli Ejido o del propio Cádiz me remito. La Ley decía que con la SAD se ganaría en transparencia económica y jurídica, en estabilidad y en responsabilidad. Dos décadas después la deuda de las SAD es veinte veces mayor a la que tenían los clubes a finales de los 80 y no sólo no han evitado la desaparición de clubes históricos sino que cada vez más están con la soga al cuello. Y lo que es más grave aún: han robado los clubes a sus aficionados para ponerlos en manos de una casta de empresarios, buena parte de ellos demagogos, irresponsables y de honestidad cuanto menos dudosa.
Sin embargo, lo que más sorprende de las SAD es que van “contra corriente” en nuestra realidad económica y política. En un mundo cada vez más globalizado y en una Europa donde el mercado y la libre competencia se han convertido en cuestiones de primer orden, resulta que se promueve la irrupción de un tipo de sociedades que actúa en un absoluto monopolio. Efectivamente, los clubes de fútbol no compiten entre ellos por ganar aficionados. En China tal vez, en España no. Aquí, las SAD son dueñas absolutas de sentimientos: el Cádiz dispone del sentimiento de los cadistas, el Real Madrid es el único propietario del madridismo, el Barcelona lo es del barcelonismo… Dicho con un ejemplo, por muy mal que juegue el Atlético de Madrid y por muchos partidos que pierda, dudo que tan siquiera el 1% de sus abonados se vayan al Santiago Bernabéu a disfrutar de mejor fútbol. ¿Cuántos de los que el año pasado eran abonados cadistas llevan esta temporada el abono del Xerez para seguir disfrutando del fútbol profesional? Estoy convencido de que son muy pocos.
Ésta es la paradoja de las SAD, que en plena globalización económica se han convertido en los nuevos monopolios. Tal vez por esto, por los privilegios que tienen y por el ingente dinero que mueven, atraen tanto a cierta casta de dirigentes que no durarían ni media hora en una empresa seria. Y tal vez por esto el aficionado ha visto de que la única vía que le han dejado para expresar su descontento es dejar de ir al fútbol. En Cádiz tenemos el mejor ejemplo.
Antonio del Hoyo