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Qué listo eres, Antonio |
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25.06.2011 |
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¡Qué listo eres, Antonio! Lo digo de corazón, sin acritud ni ironía. ¡Qué tremendamente listo eres! No sé cuál es tu coeficiente intelectual pero sólo una mente privilegiada puede conseguir lo que tú has logrado en Cádiz. Como prueba, tu increíble logro de hacer que PP y PSOE, Teófila y Cabaña, beban en comunión de tu mano. No han levantado la voz ni siquiera en plena campaña electoral y con una oleada de votantes cadistas escandalizados por la degeneración de su club. Has conseguido con nuestros irreconciliables políticos lo que no ha sido capaz ni siquiera el interés general de los gaditanos, ponerles de acuerdo. ¿Cómo lo hiciste?
Y qué decir de tu facilidad para manejar a la mayoría de los periodistas. Hasta te permites el lujo de echarles broncas como si de niños se trataran. Y cómo controlas a tu antojo las entrevistas que te hacen en radio y televisión. Por mucha cartilla que pretenda leerte el periodista de buena voluntad, al final siempre consigues que la tortilla dé tantas vueltas que al final es el pobre profesional quien, mareado y desubicado, termina hablando de lo que te interesa y respondiendo a tus preguntas. ¡Qué grande!
Con la afición, faltaría más, también consigues hacer encaje de bolillos. Recurriendo a tus amigos de la prensa has montado un culebrón que más quisieran los venezolanos con el cuento de la venta del club a grupos brasileños, australianos, ingleses, marcianos... Y cada día una historia nueva: que si me voy a principios de mes… no, me iré el lunes… lo he pensado mejor y me marcho el miércoles… bueno, ya será la semana que viene… ahora resulta que es el día 28… Y, por si fuera poco, has metido en el culebrón como actores estelares a tu amigo Quique Pina y a Paco Romero, que pasaba por allí y también se ha erigido en otro listo. Dios los hace y ellos se juntan.
Te has pasado por el arco del triunfo los dos descensos, la crítica situación económica del club, el demoledor informe de los administradores, la presión del cadismo, el abandono de algunos de tus discípulos, la impaciencia de los otros accionistas mayoritarios, los ataques de dignidad del que pusiste en el sillón presidencial… Nada te afecta, Antonio. Y nadie te altera. Por mucho que cambien las circunstancias, siempre encuentras una salida porque eres listo. Muy listo. Lástima que tanta inteligencia no seas capaz de aplicarla en sentido positivo, hacia el objetivo de hacer un Cádiz grande. Al fin y al cabo es y será tu empresa.
Antonio del Hoyo