El General Custer firmó una de las mayores derrotas de un ejército en la historia. Cometió el error de creerse más fuerte de lo que era y vio cómo unos cuantos indios muy cabreados daban la vuelta a una situación para la que en principio su contrincante lo tenía todo para salir victorioso. Y cada día, cada semana que transcurre, vemos en el Cádiz a un Antonio Muñoz viviendo su particular Little Big Horn, convertido en este caso en el famoso oficial del Séptimo de Caballería. A cada paso que da, se ve rodeado por más y más enemigos, vislumbrándose una escapatoria cada vez más complicada y en peores condiciones para él. 

En frente suya no hay, al menos de momento, un Caballo Loco que lidere la carga. Pero sí van sumándose enemigos y su sensación de soledad es cada vez más aguda. Aquí los hunkara, sans arc, cheyennes o pies negros no son guerreros indígenas, pero la intención es la misma. Hacerle ver que su empecinamiento de seguir al frente tiene ya poco sentido.

A la gran mayoría de la afición, exceptuando claro está a esos que dice el propio Muñoz que por la calle le dan ánimos, ya le acompaña el Ayuntamiento de Cádiz que ha lanzado un ataque económico al que hasta hace poco todo le concedía. Dos de sus lugartenientes como Federico González y Paco Puig han pasado de defender hasta la extenuación al cordobés, a criticarlo en círculos cerrados, para terminar pasándose al otro lado de manera frontal y pública.

Para colmo Quique Pina, quizás de los que mejor conoce a Antonio Muñoz, ya le ha hecho saber que vender las acciones con un Cádiz en Segunda B y en una situación económica al filo de la navaja como pretende, será totalmente imposible.

El de Doña Mencía ya sintió toda esa presión en la última Junta General de Accionistas, en la que por momentos buscaba miradas cómplices y sólo encontraba reproches de nuevos enemigos a su alrededor que se unían a los más antiguos. 

El General Custer murió con las botas puestas por utilizar tácticas que le habían servido en otras batallas pero que las circunstancias hacían que en esos momentos éstas no sirvieran para nada. Queda por saber qué salida toma el máximo accionista del Cádiz.

Miguel Ángel Vallecillo
@mavallecillo