Chip_Iron/esecadizoe.com
Me parece lamentable y de una locura inconcebible cuestionar, analizar o simplemente nombrar la actitud de los aficionados desplazados a Salamanca este fin de semana. Parece, o quieren hacer parecer, que ahora el punto más caliente del cadismo se encuentra en la grada. Lo dicho, de locos.

El debate parece que quiere tomar la dirección (o algunos quieren que la tome) sobre si estuvo bien animar al equipo tras el partido o merecieron pitarle. Es más, con ello se quiere hacer vislumbrar una división latente en el aficionado amarillo.

¿Intención de mirar hacia otro lado? ¿Falta de análisis deportivo puro y duro? ¿Falta de valentía? No sé las razones y ni me importan. Pero cuestionar cualquier cosa que pase en las gradas en estos momentos me parece de un mal gusto y de una falta de rigor informativo que roza el esperpento, cuando dónde está cayendo de verdad una buena es sobre el césped, sobre el banquillo y sobre los despachos. Sólo hay que darse una vuelta por los foros cadistas para darse cuenta. No es tan difícil.

Dicho esto, me voy a poner el chándal para ir a correr a la playa, luego voy a ver vídeos del Castellón para ver sus puntos fuertes y sus debilidades, y finalmente voy a repasar conceptos defensivos y ensayar tiros a puerta. Porque como no ganemos al Castellón, algunos son capaces de pedir que nos retiren el abono a algunos aficionados.

Por el Cádiz, lo que haga falta. Faltaría más. Hasta luego.