Los números ni linchan ni atacan. Se interpretan.
Decir que la tripleta de arietes lleva 5 goles no es un ataque personal ni un linchamiento. Son números. Esos mismos números que nos gusta utilizar a todos cuando nos referimos a que Carranza es de los estadios con más público de España, cuando alardeamos de las cifras de camisetas vendidas, la cantidad de aficionados que viajan con el equipo por todo el país o recordamos la cantidad de dinero en deudas que la actual directiva ha limpiado en los últimos años. Cuando se cuantifica algo, se hace para lo bueno y para lo malo. Si se hace en un solo sentido, se corre el riesgo de manipular los resultados. Vamos a dejar hacia un lado el “conmigo o contra mí” porque a veces cansa. De todas formas, si pensar de otra manera últimamente se tachaba de anti-cadista, de desmemoriado o de desagradecido, no es de extrañar que decir que nuestra delantera obtiene un pobre resultado en forma de goles sea calificado de “ataque personal” o “linchamiento”.
No escuché a nadie decir que Jose estaba atacando personalmente a los delanteros o linchándolos públicamente, cuando Antonio Muñoz manifestó allá por Diciembre que el técnico había pedido un delantero para reforzar al equipo. No ocurrió, sencillamente, porque la intención de Jose era la de mejorar lo que ya tenemos y porque los números pronosticaban que esa mejoría era necesaria.
