Brindis con sufrimiento
Me gusta la Copa del Rey. Sé que apenas existen posibilidades de que el Cádiz pueda llegar a la final o a la semifinal, quizás con este formato sea complicado que hasta llegue a enfrentarse con un equipo de Primera División, pero no puedo negar que la emoción del fútbol un miércoles motiva a cualquiera.
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El partido de Córdoba no será ni mucho menos para enmarcar, apenas creo que tenga un hueco en mi retina para poderlo recordar de aquí a un par de semanas, pero lo positivo que saco no es sólo el resultado, sino algunas conclusiones que seguro que a Mariano García Remón le resultan familiares.
Ahora más que nunca uno se da cuenta que la plantilla del Cádiz es buena y amplia, pese al sufrimiento copero o la derrota en Tenerife. Hay hombres que esperan su oportunidad como Miguel, Diego Rivas, Pavoni, Gustavo López, Parri... Y mención especial merece Gonzalo Vicente. Un futbolista al que reconozco que llegué a criticar cuando llegó porque a todas luces no estaba en un buen momento físico... Rectificar es de sabios. En Córdoba no perdió ni un balón, demostró su veteranía en el campo y después del partido en zona mixta me reconoció que había mejorado físicamente y que lo estaba notando. Sin duda un profesional del que tendrán que aprender muchos.
La Copa del Rey no lleva a nada porque no nos da el ascenso, pero si sirve para que muchos se den a valer, demuestren que son válidos para jugar cuando lo estime oportuno el técnico García Remón, y la plantilla se haga más competitiva... ¡Adelante!. Eso sí, que nadie se olvide que el domingo jugamos ante el Salamanca y los tres puntos no se pueden ir del Ramón de Carranza.
José Grima.
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