Miguel A. Vallecillo/PortalCadista.Com
Puntuar fuera de casa nunca es malo. Cuando se juega a domicilio el objetivo siempre debe ser pescar algo. Sean uno o tres puntos, lo importante es no venirse de vacío. En casa, en cambio, la victoria es la única meta posible. El resultado en Vitoria pues, sólo puede analizarse desde una perspectiva positiva. El Cádiz suma su séptimo punto en el casillero y sólo hay que pensar en sumar tres más frente al Córdoba la próxima jornada.

[Sigue...]

Las caras nuevas de este Cádiz 07/08 van asomando en el terreno de juego con buenas sensaciones individuales. Gonzalo Vicente rindió a un gran nivel en el lateral zurdo, Yago demostró sus cualidades en el centro de la defensa, Parri consiguió con su pierna menos buena el gol que dio el punto, Diego Rivas planta su personalidad en la medular con paso firme y Gustavo López deja improntas de su calidad en cada jugada y saque de falta.

Poco a poco se va perfilando la que va a ser la piedra angular de este equipo y los nuevos fichajes van tomando protagonismo en cada jornada, sin olvidar nunca que la temporada es larga y cualquier miembro de la plantilla será importante en esta competición tan dura. La casi segura baja de Enrique así lo demuestra. Las lesiones es algo previsible con lo que hay que coexistir en este deporte.

Que el equipo debe mejorar colectiva e individualmente es algo indudable. Pero mientras eso ocurre es importante no dejar de sumar. Los siete puntos conseguidos hasta el momento es la ventaja con la que partimos mientras que las nueve incorporaciones de esta temporada van encajando en el sistema. El Cádiz está encajando este período de transición de una manera notable y gracias a esos puntos conseguidos ese margen de mejora que todos esperamos debe transcurrir sin urgencias ni miedos, en una posición cómoda en la tabla sin perder comba con los equipos de arriba. La regularidad es la marca de la casa en esta Segunda División de nada menos que 42 partidos.

Todos los jugadores van a agradecer cada paso que se dé en pos de conseguir que cada pieza vaya encajando de la forma debida. Uno de ellos, estoy convencido, va a ser Lucas Lobos. Su nueva posición en el campo no le permite brillar lo que debe y tendrá que adaptarse a ella para crecer en cada encuentro. Pero a pesar de no cuajar ayer un buen partido, no podemos olvidar que fue él quien abrió la lata frente al Granada74. Lobos esta temporada no va a ser el hombre sobre el que va a recaer toda la responsabilidad del equipo, y yo que me alegro. Sus lesiones del año pasado, si de algo sirvieron, fue para demostrar que un sistema no se puede basar en un solo jugador. Hacerlo sólo demuestra falta de confianza en el resto de jugadores y pocos recursos de aquel que los dirige.

El próximo capítulo, en Carranza contra el Córdoba. Mientras tanto, los siete del casillero, no hay quien nos los quite.