Yoni Weiss/Portalcadista.com
Me asomo esta semana a la ventana que me brinda Portalcadista.com con la intención de romper una lanza a favor del jugador extremeño Enrique Ortiz. Sí, aquel jugador que llegara al Cádiz sin hacer ruido militando el Cádiz en Segunda y que logró hacerse un sitio en los corazones cadistas contribuyendo en el ascenso a Primera y culminando una muy digna temporada en la Liga de las Estrellas (en la que acabamos estrellados).
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Sé que este artículo va a generar todo tipo de debates y la mayoría en contra, pero no puedo morderme la lengua y estoy obligado a expresar lo que siento.
Esta historia me suena a añeja ya que la situación que se está dando con este jugador es parecida a la que se dio en su día con Dani Navarrete. La afición del Cádiz suele tener una memoria frágil y novelera. Muchos centran su discurso en el hundimiento al hombre en vez de apuntar a intentar recuperarlo para la causa. El caso de Enrique en mi opinión es distinto. Es cierto que no es el jugador que todos conocimos en esos tres años gloriosos que he enumerado, pero no es menos cierto que es un jugador de los que no se esconde y que dá todo lo que tiene, y yo eso lo aplaudo. El año pasado, un joven venido de tierras levantinas le comió el sitio, y hay que decir que de forma justa ya que la calidad de Pablo Hernández era incuestionable. Pero Enrique demostró en las pocas ocasiones de las que dispuso que todavía era un jugador válido. Aún cuando el equipo ya no se jugaba nada el de Azuaya siempre daba la cara.
Esta temporada, su rendimiento está en consonancia con el rendimiento del equipo. Es cierto que no es el Enrique que conocemos, es cierto, y yo lo critico, que se tira demasiado para mosqueo del árbitro que termina hasta el gorro de él, es cierto que la capacidad de desborde es menor que en temporadas pasadas. Pero no es menos cierto que está en todas las jugadas importantes del Cádiz, que el pasado partido ante el Málaga fue el jugador que más disparó a puerta, que hoy de nuevo ha vuelto a estar implicado en la mayoría de jugadas de ataque y sobre todo, que ofrece una colaboración inestimable a Cristian tanto en defensa como creando pasillo a sus espaldas.
Pero hoy, viviendo el partido en el Chat Cadista he podido corroborar que la gente ya le tiene antipatía y que se le han dedicado todo tipo de improperios y adjetivos. Ya está muy visto para el cadismo que busca otro ídolo al que regalarle los oídos. Y de verdad que me ha dado mucha pena que se actúe de esa manera con un jugador que se deja todo en el campo con sus defectos y virtudes. El ejemplo es equiparable a otros jugadores como Dani o Gastón Casas que han pasado en tan solo 3 minutos de ser vareados a ser vitoreados. Pero que vamos a hacerle, esto está montado así y parece que solo eres válido cuando aciertas, que no hay opción ante el fallo y que el deporte de moda es cortar cabezas. Eso sí, los verdaderos culpables de la sinrazón de este Cádiz 2007/08 siguen contando con el beneplácito de parte de la afición y de los medios de comunicación que prefieren callar y otorgar. Lo último que he leído es que Emilio Viqueira no es preferencial porque el centro del campo cadista está bien cubierto. ¿Quién construye en este actual Cádiz C.F.?
Bueno, al final me he calentado y me he salido del tema, lo dicho Enrique, mientras usted se siga partiendo la cara por esta camiseta yo seguiré partiéndome las manos en aplaudirle y animarle para que se levante y lo siga intentando.