La Crónica Daltónica: Cádiz - Hércules
José Manuel Ramos «Pichili» / PortalCadista.com
A parte de la familia, tengo dos pasiones: el Cádiz y leer a los clásicos. Me encantan los clásicos. Intento leer todo lo que puedo. Leo a Bethooven, a Mozart, a Bach. Paso horas y horas leyéndolos. Lástima que no tenga ni idea de música y no sepa lo que pone. Un día de estos tendría que hacer por intentar aprender solfeo.
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La mañana empezaba con problemas. Me explico. Mi suegra es una gran cadista y todo lo guisa en amarillo: el arroz, en amarillo; las papas, en amarillo; el pollo, en amarillo… Hoy a los niños les apetecía comida-basura, pero –a pesar de que le insistimos- mi suegra se niega a cocinar en domingo así que cambiamos de idea y nos fuimos al Mc Donalds. Mientras estaba en la cola leyendo el Mc menú y el Mc pollo pensé en lo buenos que estarían unos Mc arrones, pero allí no tenían pasta. Igualito que Muñoz. Malos augurios.
Como no quería perderme el primer gol contra el Cádiz me fui a las cuatro y cuarto al estadio para que no me pasara lo mismo que contra el Málaga. Esta vez tardaron un poquito más.
El Cádiz salió a la francesa, o sea, con su alineación de gala. Ya en el intercambio de saludo comprobamos que el Hércules venía con unos bigardos de tamaño king size.
La acción más aplaudida de todo el partido se produjo en la primera parte cuando un jugador del Hércules se lesiona y entra la camilla y pega un traspiés, vulgo carajazo. El camillero marcó en su caída los dos tiempos perfectamente, provocando la ovación del respetable, pero el ingrato jugador se negó a abandonar el terreno de juego en camilla. “Es que hubiera terminado mucho peor”, declaró a los medios.
El equipo alicantino llevó la iniciativa por medio de Farinós que se fue del Valencia mucho antes de que Koeman lo echara. Gran jugador este Farinós. Total que como el Cádiz no creaba mucho peligro pues el Hércules decidió darle vidilla al partido y el gran hermano Ismael se cachondea de los centrales marcando un golazo por toda la escuadra. Contreras no pudo hacer nada. Como siempre. Ea, ya estamos.
La creatividad del centro del campo cadista era como el nacimiento de una supernova, que brilla tanto que nadie es capaz de ver. Yo, al menos, nunca he visto una supernova por la calle. Las jugadas bezares pasa a fleurquin, fleurquin a fuera de banda, o Fleurquin pasa a Bezares y bezares entrega al contrario se sucedían constantemente. Y el público prorrumpía en una ovación de gala cuando el árbitro pita el descanso. De esos partidos que hacen época.
Comienza la segunda parte con cambios. Parri intenta jugarla y se nota que va a más pero el que golpea es el Hércules, concretamente en la cruceta a tiro de Rodri, mientras que toda la defensa y el portero hacen un precioso conjunto de estatuas sedentes propia del arte helénico.
En fin, que para darle emoción, arbitro Ramón penalti y expulsión. Pero Ramón dice que penalti si, pero que expulsión no. Parri desde los once metros anota con templaza y maestría. ¡Zafarrancho!
Entonces el equipo se envalentona, ataca, ataca, ataca y el Hércules contra-ataca, la defensa ligeramente ennortada y Gol de Ion Vélez. Y eso que Barla preguntó por él. Tenemos la exclusiva: Hola, ¿está Ion Vélez? ¿De parte? De Barla. No, no está. Era para preguntar por él. Vale, muy bien, se va al Hércules. ¿De Alicante? No, de delantero. Ah gracias. Me voy a por Ogunsoto. Adiós. Adiós. Ten cuidado en Flandes que pica.
A estas alturas del campeonato ya todo el mundo sabe que el Cádiz es un equipo griposo, porque siempre tiene las defensas bajas.
Total que cae la novena y precisamente eso, una novena, es lo que vamos a tener que rezarle a la Virgen del Rosario para que consigamos cuanto antes los 50 puntitos esos que nos aseguran otro año en segunda.
Me voy corriendo a leer las obras completas de Stravinski, a ver si me encuentro a mi mismo con mi propio ser. O a Brams, que me está entrando ya sueño.
Abrazos cadistas.
