En serio. Lo que me interesa ahora es los puntos que conseguimos de aquí al final de temporada. Sólo quiero uno más que los que tenga el decimonoveno clasificado. ¿Qué me conformo con poco? Pues ahora mismo sí. Toca ser más pragmáticos que nunca.

No voy a perder ahora el tiempo en desgranar los fallos que, a mi parecer, se han cometido, se cometen y seguramente se cometerán. Sólo espero tener el tiempo suficiente para hacerlo esta temporada y que sea porque hayamos logrado la permanencia muchas jornadas antes de su final.

Sólo voy a pedir una cosa: unificación de criterios. Porque no es de recibo que un secretario técnico diga que los refuerzos han llegado a tiempo para conseguir el ascenso y a los tres días el entrenador diga tras ser empatados en el último suspiro que un punto es un buen resultado. Si no hay conexión entre las diversas piezas de este engranaje llamado Cádiz CF, mal vamos. Pero muy mal.

Sólo con mirar la clasificación, ver los jugadores que se han vendido-cedidos o ver cómo se confeccionó esta plantilla esta temporada, debería bastar para que todos estemos de acuerdo que no hay más que una meta a conseguir antes de la jornada 42: La Permanencia. Lo demás es querer marear al personal y querer darse importancia.

Los refuerzos que han llegado son para eso, para lograr la permanencia. Un equipo que en el mercado invernal está arriba, se refuerza para apuntalar el ascenso. Y el Cádiz, que está donde está, lo ha hecho para permanecer en la categoría de plata. Para mí, el equipo goza de competitividad y los hombres que han llegado son necesarios para lograr ese objetivo.

Ahora no sirve de nada liarse la manta a la cabeza y volverse locos. Ya llegará el momento de hacer cuentas y de pedirlas (deportivas y de las otras). Esperemos que los fantasmas de la parte baja de la tabla se disipen lo bastante pronto para que haya tiempo suficiente para pedirlas. Pero ahora, bajo mi punto de vista, sólo queda apretar.