José Manuel Ramos «Pichili» / PortalCadista.com
Ya tengo claro dónde voy a ir este año de vacaciones: a la Manga del Mal Menor que, visto lo visto, es adonde ha ido esta tarde el Cádiz.
En los prolegómenos, el presidente de la federación de penas estuvo “pavoneándose” en un simpático intercambio de bufandas, ataviado con su sempiterna chaqueta de pana negra. Debe ser una especie de toga que se usa en los actos oficiales.
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Sorprendió Calderón con la famosa táctica lanzamiento, un 4-3-2-1-0… ¡despegue! Inmediatamente se dio cuenta de su error y le dijo al portero que entrara, lo que Koke hizo momentos antes de que el árbitro diera comienzo al partido, que si no vamos con uno menos.
El Cádiz saltó al terreno de juego con las ideas muy claras. Las ideas del mito de la caverna de Platón porque lo que es el planteamiento del partido lo realiza al estilo clásico, esto es, como salido de la batuta del genial Von Karajan, y claro, con tanta karajan a los cinco minutos ya íbamos perdiendo, para variar.
Cristian-no ronaldo juega con la espalda porque estaba pensando en las musarañas y hace una falta tonta en el sitio en el que todos los equipos tienen a uno que la clava, menos el Cádiz. Contreras coloca la barrera y, efectivamente, nos la clavan. Uno a cero.
Como a perro flaco… nada más que le dan huesos, se lesiona Diego Rivas -que ya venía lesionado de San Sebastián, en verano- y pide el cambio. El Cádiz estaba noqueado y necesitaba a un buen s.parri-ng y salió ese parri. Estuvo calentando toda la primera parte, pero dentro del terreno de juego.
A todo esto Cristian se lesiona, más de vergüenza por la pifia del primer gol que de otra cosa y tiene que salir Raúl López. Pasa Gonzalo a la banda derecha, donde es igual de efectivo que en la izquierda y enseguida amablemente acompaña al jugador del Córdoba en la consecución del segundo gol. Este Gonzalo es todo un caballero. En la segunda parte se entonó. Dale tono Gonzalo: tra-ta-ta-ra-táaaa… ¡Jiu!
Antes del descanso, Kosowski pega un pase de categoría a Natalio y éste dribla al portero y marca un gol de pañuelos con mocos. ¡Qué pedazo de futbolista! Un gol de los denominados psicológicos. Como si no lo fueran todos.
Tengo que decir sinceramente que para mí, en la segunda parte, solo hubo un equipo y ese no es otro que la selección femenina sueca de voley-playa. Eso sí que es colocación en el terreno de juego. Y visten como el Cádiz. Me distraigo viendo cualquier cosa. ¡Maldito youtube!
El Cádiz fue a por la igualada. Y sabiendo que Igualada está en Barcelona, que allí ya llega el ave, que en Sevilla hay estación del ave para enlazar con Madrid y que de Madrid al Barcelona solamente hay cinco puntos, estaba claro que a igualada había que llegar. Así que para qué se va a Córdoba en autobús y no en el ave. Ave Antonio, ave de mal agüero. Algo huele a aceite en Dinamarca.
Parri se hace con la manija del centro del campo, lo que no es nada difícil porque nadie la tiene desde hace mucho tiempo, y se dedica a sacar faltas. En una de éstas, follón en el área y de la Cuesta, que pasaba por allí al estilo Aute, la cuela. Una celebración muy rara, Josejulián. De comparsa: muy bonita pero no la entiendo.
El córdoba desaparece del mapa y si estamos más espabilados nos llevamos los tres puntos. Lástima de otra ocasión perdida. Si hubieran salido igual de enchufados en la primera parte otro gallo nos cantaría.
Kosowski hizo un partidazo pero se llevó la segunda parte como los turistas, pidiéndole al banco el cambio, change, exchange y weschel…. Hasta en román paladino, pero Calderón ejerció de pintor a lo Pablo Ruiz Nicasso. El polaco le decía “change, Exchange” y el entrenador entendía “changüi, el changüi”, ¿de pollo? Sí, sí, pero espera, que aquí lo tomamos después del partido. Aguanta Kamil, aguanta. Y Kamil veía la Kamil de la cruz roja y allí mismo se quería acostar.
Salió Enrique por Gustavo López, pero como si no saliera. Y el partido terminó en tablas, la del Córdoba de surf, porque le vienen fuertes vientos y la del Cádiz de planchar, por lo planchado que nos quedamos todos.
En fin, Córdoba, lejana y sola, que decía Lorca; Córdoba, romana y mora, que decía Machado; Córdoba, nos vemos en segunda… por ahora, que digo yo. Ojalá así sea. Amen.
Lo dicho, el Cádiz continúa transitando por la liga en su viaje a ninguna parte. Algunos ilusos piensan en el viaje a la liga de la estrellas. Otros, nos conformamos con llegar a la luna y navegar por el Mar de la Tranquilidad. Esta vez el viaje nos llevó a la manga del mal menor, el empate a dos. Y un punto.
Abrazos cadistas.