La Crónica Daltónica (desde otro color): Cádiz 1 - Recreativo 0
Como dijo el general Montgomery tras la aplastante victoria del octavo ejercito en el Alamein, “La victoria se ha obtenido gracias a tres factores fundamentales: la garra, la fortuna y la cerveza. La garra, porque hemos dado todo lo que llevábamos dentro y la Fortuna, porque la diosa romana estuvo de nuestra parte.” “¿Y la cerveza, mi General?”, inquirió Alldrink Cocke, su Mariscal de Campo. “Para mí tráigame una jarra. Y bien fresquita”, sentenció para la posteridad Sir Bernard, con su habitual flema inglesa.
La jornada venía marcada por la impresionante tormenta de rayos, truenos y centellas que dio paso a una lluvia torrencial con aparato eléctrico que cayó toda ella en la Plaza de Madrid, lo que provocó la enésima inundación de la Sala de Trofeos, vulgo sala de prensa. Que a nadie le quepa duda de que el partido se jugó gracias al ímprobo esfuerzo de los empleados del club que estuvieron achicando agua desde primeras horas. Ellos sí son de categoría. A ver cuándo las inundaciones se llevan la miseria del Carranza.
Rendía visita al templo cadista el Recreativo de Huelva de Pablo Sánchez, que no valía para el Cádiz de Oliverio y que ha dejado demostrado que, como mínimo, es un futbolista sobrado para la liga adelante. ¡Ojito clínico el de Oli como entrenador! Adelante, Pablo.
La principal novedad cadista residía en la vestimenta. Volvía la garra de Kelme y con ella se iba el sangangui de Diadora. Bueno, también estrenaban titularidad Ogbeche –qué buen encuentro cuajó- y Nano –qué cuajo-.
A diferencia de los anteriores partidos en casa, el equipo de Javi Gracia no salió en tromba a por el triunfo. “Deja, deja, para tromba la que cayó anoche”, declaró con posterioridad el mister navarro a los medios.
Foto: PortalCadista.com |
En estos primeros compases (ele ahí, arza y toma) los equipos se respetaban mutuamente e, incluso, se trataban de usted. No obstante lo cual, fue el equipo amarillo el que rompió las hostilidades con un disparo lejano de Ogbeche. Luego vendría un tiro desviado de Nano y un remate de cabeza en una jugada ensayada de Jon Erice. Pero ya digo, todo muy flojito, en plan usted perdone, no queremos ofender y ha sido sin maldad.
A todo esto el Recreativo se recreaba en su suerte y permanecía en sintonía a la espera de una contra de Colunga, que se batía en duelo irregular con Álvaro Silva. Así el cadista ganaba por alto y el choquero se las llevaba en carrera. Total, equis en la quiniela.
Vámonos al descanso no vaya a ser que se ponga a llover y tengamos que ponernos a remar. ¡Con lo que le gusta eso a don Muñoz!
La segunda parte comenzó exactamente igual que la primera, pero con los equipos cambiados de campo y una hora más tarde. A los dos minutos, en una pillería de Ogbeche, el marcador recreativista toca clara y descaradamente con la mano en la corona del área y Amoedo Chas, muy a su pesar, le muestra la segunda cartulina amarilla. A la ducha. En esa jugada Mora estuvo bastante verde.
La expulsión surtió un efecto compresa en los cadistas y les dio alas, lanzándose en pos de la victoria. En el minuto 58, una conducción por banda derecha entre Cristian y Enrique, éste intenta una pared con Ormazábal pero le sale un tabique, se queda para Abraham que dispara y rebota en un contrario dejando la pelota muerta a los pies de Ormazábal que con habilidad cruza al fondo de las mallas defendidas por Bernardo. ¡Gol! ¡Por fin un gol en Carranza a favor del Cádiz! La gente no sabía ni cómo celebrarlo. Tengo la impresión de que este es el principio de una larga amistad.
Con el gol el Recre lejos de amilanarse se abarcelonea y comienza a realizar sus mejores momentos futbolísticos de la tarde, destacando especialmente la velocidad de Colunga y el criterio de Aitor Tornavaca, demostrando que es un equipo potente y con muy buenas maneras. En dos internadas de Colunga, que se fue sin problemas de Silva, pasamos más miedo que viendo la foto de las niñas de Zapatero.
En esta fase del partido fue determinantante el empuje de la afición cadista que animaba sin descanso a lo amarillos, conocedora de la importancia de los puntos. Eso sí, sobró algún cántico con el que se respondió a los estúpidos insultos de los neurona rapada que no representan ni a Huelva ni a la mare que los parió. En Cádiz hay más ingenio y más arte como para entrar a ese trapo.
Así las cosas, el Cádiz se defendió ordenadamente de los últimos estertores recreativistas y se hizo de forma merecida con los tres primeros puntos seguidos de la temporada, demostrando que la liga adelante es una competición que tendría que estar patrocinada por el Ministerio de Igualdad.
Me da mucha satisfacción que Javi Gracia haya dedicado la victoria a los que los apoyan día a día y a los que confían verdaderamente en ese equipo porque yo apoyo plenamente a este Cádiz de Salvochea, -que da todo lo que tiene- y lo que merece es el reconocimiento y el ánimo, no la crítica velada desde el “in-torno” porque vaya semanita hemos pasado de “la culpa fue del cha cha chá, que tú me obligaste a fichar”. Genial Peguero afirmando que el entrenador estaba conforme con “casi todos” los fichajes. Con un par.
En fin, brindemos como Montgomery con una cerveza bien fría y que tras la tempestad venga la calma. A por el Alba. Uy, que tarde es. Me voy a la calma. Hasta mañana.
Abrazos cadistas.
José Manuel Ramos «Pichili»