Sólo faltó el granizo

Miguel A. Vallecillo - 25.10.2009

Mira que muchos creímos que lo vivido este verano ante el Real Unión en Carranza y en el Stadium Gal no iba a tener nada que ver con el partido de la novena jornada de liga. Nada más lejos de la realidad. Aunque el premio no era ni mucho menos tan importante como el del ascenso a la división de plata, para conseguir los tres puntos en este encuentro hemos tenido que sufrir tanto o más que en la dichosa eliminatoria.

Comenzar perdiendo (como casi siempre esta temporada, en la primera oportunidad del rival) hoy no ha sido tan preocupante porque el equipo no se ha sumergido en ese mar de dudas en el que se metía cuando encajábamos un gol en jornadas anteriores. Hoy se reaccionó bien y eso indica que el trabajo realizado sigue el camino correcto.

La expulsión de López Silva (provocada por un Gurrutxaga al que los árbitros están dejando peligrosamente campar a sus anchas) puso más salsa al duelo en la impropia tarde calurosa del domingo. Pero el Cádiz supo sufrir junto a los que están en la grada y el trabajado triunfo se quedó en la misma Tacita de Plata donde se festejó el ascenso el pasado 24 de Mayo. Menos mal que el onubense antes de caer en el juego del susodicho, se sacó de la chistera dos grandes centros con su diestra para que, Fran primero y Ogbeche después, saltáramos dos veces de nuestros asientos.

Por cierto, Bartolo (la grada así lo ha bautizado finalmente) ha conseguido en ocho jornadas en el Cádiz los mismos goles que en el Valladolid en dos temporadas. Cinco más (los que hizo con el Alavés) e igualará su marca en España. Aún habrá gente que dice que no es delantero centro. Qué más da.

Cuando arreaba el Real Unión, con hasta seis jugadores esperando un centro desde la banda, no tuve más remedio que mirar al cielo gaditano. No lo hacía para implorar a los dioses y los santos, sino para ver si el tremendo granizo que nos cayó en el Stadium Gal hace ahora cinco meses estaba a punto de hacerlo sobre el maltrecho césped amarillo. Menos mal que no lo hizo porque era lo que faltaba al pobre pasto. Es inconcebible que un equipo que intenta jugar al fútbol como lo hace el Cádiz tenga un césped en tan lamentables condiciones. ¿Aprenderemos alguna vez a tenerlo a punto al comienzo de una competición liguera? El año que viene (ojalá) habrá obras. Así que habrá que olvidarse.

Los mayores dos a uno al equipo del Gato de Escayola y los peques esta mañana uno a dos en Puerto Real. Sólo faltó que Javier Acuña pisara al menos un segundo el césped de El Molinón para que todo hubiera sido perfecto. Aunque… ¿hay algo más perfecto que conseguir una victoria sufrida como la de hoy?

Con granizo o sin él, qué bonito es ganar así.

Te quiero, Cádiz.

Foto: Eulogio García Romero