Algo más que tres puntos

Victoria del Cádiz C.F. ante un Real Unión de Irún, que pese a lograr ascender a la Liga Adelante, sigue jugando como cuando lo hacía en Segunda B. Hoy se ponían en juego algo más que tres puntos, yo diría que mucho más que tres puntos, y es que el punto psicológico negativo con el que se va del Carranza el entrenador vasco Iñaki Alonso es de no saber como meterle mano al Cádiz que en breve se le ha convertido en la bestia negra.
 
El entrenador de los irundarras cambiaba el papel a desempeñar en este choque, y pasaba de “chulo castigador” a  “corderito bonachón” pidiendo disculpas a la afición gaditana, acudiendo gentilmente a una entrega de premios, atendiendo con amabilidad a toda la prensa que lo requirió durante el transcurso de la semana… Pero tampoco le ha funcionado, y conste que yo soy de los que pienso que Iñaki no hizo ni dijo nada en su momento por lo que debiera pedir disculpas. Es más, creo que si alguien debió de pedir en su momento disculpas fue Julio Fernández Peguero, por su desafortunada frase de que se habían agotado los rollos de papel higiénico en la rueda de prensa improvisada tras el sorteo de los play-offs.  En su favor, tengo que decir que su actitud hoy, antes, durante y tras el partido ha sido de lo más elegante y educada, y eso sí me cuadra más con la imagen que debe dar un entrenador de fútbol.
 
De todas maneras, los puntos se han quedado aquí y los vascos se vuelven a marchar de Carranza con su zurrón vacío y con la sensación de que si continúan con el fútbol rudimentario y carente de creación, pronto tendrán un auténtico problema, y no será el Cádiz C.F. sino el fantasma del descenso.


Foto: PortalCadista.com

El partido del Cádiz no es que haya sido un dechado de virtudes, pero al menos nos ha servido a los aficionados para creernos que nuestros jugadores son capaces de pelear cuerpo a cuerpo, de levantarse ante un gol del adversario, de haber aprendido la lección de que los últimos minutos no se deben jugar cuando el resultado te es favorable. En definitiva, que al fútbol se juega más con la cabeza que con el corazón.
 
Lo único lamentable de la tarde de hoy ha sido la expulsión de López Silva, y es que a pesar del buen partido que se ha marcado el onubense por ambas bandas, poniendo los dos centros de gol y demostrando que con la confianza del Mister puede convertirse en ese jugador desequilibrante que todo equipo necesita, hoy ha caído en la trampa que le ha tendido un jugador que de lecciones de antifútbol ha impartido más de un master. Y no se puede justificar el gesto del 11 amarillo porque las imágenes lo han cazado y más fuerte o más flojo, el codazo lo ha lanzado.
 
Otro añadido a los puntos logrados es la buena renta que se le ha sacado a la jornada, donde los empates han vuelto a ser el resultado predominante en la mayoría de los campos.
 
Por último, destacar que con 12 puntos el equipo se sitúa en la zona templada, donde se puede ver a la misma distancia los puestos de gloria que los puestos de angustia. No quiere decir esto hacia donde tenemos que mirar. Pero ayuda a trabajar a los profesionales con mayor tranquilidad. No debemos de mirar más allá del próximo compromiso, y es que Castellón es una buena plaza para dejar a un rival en la cuneta.
 Hoy se han conseguido mucho más que tres puntos.

Yoni Weiss

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