Después de haber hablado durante la maratoniana jornada radiofónica de hoy con Antonio Muñoz y Moisés Israel no encuentro solución posible al conflicto si las partes no son capaces de sentarse y hablar en una misma mesa. ¿Cómo puede cambiar tanto la situación en apenas horas?

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Ciertamente no me lo explico. Cuando tras el partido ante el Éibar saltaba la noticia con las declaraciones de Baldasano sentía de verdad que se había convertido el 7 de octubre de 2007 en el día de los inocentes donde todo era un sueño y nada realidad.
Hay que pedirle explicaciones a las partes y pedir que alguien medie en el conflicto. Estoy convencido que ambas partes esconden y ambas partes son conscientes que tienen puntos donde dan su propia verdad, pero no es lógico que el mismo auditor pase de hablar de un patrimonio neto positivo de 3 millones de euros a un agujero cercano a los 10 millones. No soy economista ni sé apenas de lo que significa hacer una auditoría, pero a mí no me parece normal, y a la mayoría de profesionales a los que he preguntado tampoco.

La situación está pasando de castaño a oscuro y los únicos perjudicados vamos a ser de nuevo los aficionados. Llega un momento que me da igual quien esté dirigiendo. Me da igual que sea Baldasano, Muñoz, Teófila, Paca la del estanco o Manolo el del tambor... Yo lo único que quiero es que dejen de mirarse el bolsillo propio y miren a la entidad, a los colores, al escudo y a un equipo que en lo deportivo se está desinflando y huele muy mal si no se toman decisiones ahora. Por favor señor Baldasano, señor Muñoz,... Siéntense, hablen... Miren al terreno de juego que no tengo ganas de volver a ver a un Cádiz hundido. ¿No prometieron siempre un Cádiz ganador y luchador?.