Yoni Weiss/PortalCadista.Com
¿Qué hemos hecho mal los cadistas para merecer esto? Si la imagen del equipo no está a la altura de las expectativas no le va a la zaga la del cuerpo técnico, donde parece que se ha instaurado el despropósito. Pues ahora, por si fuera poco, ni los dirigentes nuevos ni los antiguos quieren que en Cádiz solo se hable de fútbol.

Es hora de que los únicos que parecen tomarse esto en serio, los aficionados, dictemos sentencia ante lo que está ocurriendo delante de nuestros ojos, que por más que nos los frotemos no nos sacan de la incredulidad.

Sin perdón para el grupo de jugadores que conforman la plantilla de esta temporada porque es muy difícil de explicar que jugadores con ese currículum puedan hacer el más espantoso de los ridículos un domingo sí y otro también.

Sin perdón para un cuadro técnico que no le está sacando partido ninguno a una plantilla de jugadores que han llegado con una vitola y a este paso se van a marchar con una divisa. No solo ya en los planteamientos técnico-tácticos, que no se aprecian por más que se cambie de guión cada semana. Parece que se estén dando palos de ciego hasta acertar con la combinación ganadora. Las jugadas de estrategia brillan por su ausencia de resultados, por el contrario, todos los equipos nos mojan la oreja a balón parado. Hasta el nivel físico de los jugadores está quedando en entredicho ya que hasta Juanito Marchante corre más que muchos de los que se visten de corto.

Sin perdón para la secretaría técnica porque aún sabiendo que la plantilla está mermada en muchos puestos no se ha exigido un último esfuerzo por potenciarla. Las lesiones han dejado las vergüenzas al aire del equipo amarillo. Dejar una ficha libre significa hacer los máximos esfuerzos por cubrirla cuanto antes y el resultado a día de hoy es cero.

Sin perdón para una nueva directiva que seguramente tendrán sus despachos llenos de diplomaturas y licenciaturas, pero que a la hora de la verdad está demostrando con sus actos que este proyecto les ha venido muy grande. No se puede comprar una sociedad deportiva como el que compra una partida de yogures sabiendo que están caducados. No se puede estar al frente de una sociedad jugando al “ahora sí” “ahora no” porque además de estar dañando interinamente al club está dando una imagen de absoluta improvisación y sobre todo de poca seriedad.

Y por último, sin perdón para Antonio Muñoz y su grupo por engañar al cadismo vendiéndonos continuamente que habían convertido la entidad en una sociedad saneada y encima pretender gratitud de por vida. Han dilapidado en dos años todos los ingresos que les brindó su paso por la División de Honor. De los números de la maldita auditoría se deduce que su gestión económica ha siso aún peor que la gestión deportiva donde en un par de ocasiones sonó la flauta.

A la afición cadista solo me queda darle una ovación, la única de hoy, porque hace falta muchas tragaderas para aguantar lo que le estamos aguantando a todo este ganado y aún así, siempre presumiremos de ser cadistas. Estoy convencido de que “el poder amarillo” de esta afición se movilizará contundentemente en pos de que la nave no se nos hunda ante tanto torpedo.