En la rueda de prensa previa al partido de este viernes ante el Cádiz el entrenador espanyolista Luis García hablaba de cómo se encuentra su equipo a estas alturas de la competición en la que su posición en la tabla es altamente negativa. “El equipo está con muchísimas ganas de competir. Hemos hecho una semana magnífica de entrenamientos y hemos reforzado muchas cosas bien que hicimos el otro día. En el aspecto emocional ganar sería un salto importante para nuestra confianza. Estoy convencido de que mañana será un gran día para nosotros, que los jugadores tienen muy claro el plan de partido que queremos desarrollar y que lo único que tenemos en la cabeza es que llegue el partido cuanto antes para poder competir de la mejor manera y sacar el mejor fútbol que tenemos”.

Preguntado si el de este viernes es una final, manifestaba que “una final no porque no es lo último que te queda. Está claro que es un partido fundamental, pero no es una final. Es un partido importantísimo que supondría un refuerzo anímico y moral tremendo para lo que viene”.

La afición blanquiazul ha recibido el llamamiento del club para crear un gran ambiente, lo cual también podría llevar a una sobreexcitación. En ese sentido el técnico considera que “los pericos se han volcado y esos siempre van a estar. A partir de ahí tenemos que ser conscientes del partido de mañana, manejarlo a nivel emocional, apoyarnos en la ayuda que nos va a dar la gente con pasión y sentimiento, para ser capaces en cada acción transmitir cosas muy positivas. Sabiendo al rival al que nos vamos a enfrentar y sabiendo que es un partido que lo puedes ganar en el minuto uno o en el noventa, al igual que también puedes perderlo en esos momentos. Tenemos que tener equilibrio mental porque estos partidos el que lo tenga es posible que se lleve el gato al agua”.

Al igual que hizo la semana pasada sigue dando importancia a mejorar a balón parado. “Es un porcentaje del partido importante pero no solo eso. Tenemos que manejar todo muy bien, tenemos que atacar muy bien, preparando la fase defensiva en caso de pérdida, pensar en cómo queremos atacar, el balón parado es clave en defensa y ataque… al final es un todo”.

Sobre si en este partido se pueden dar más las condiciones para hacer realidad el fútbol de posesión que le gusta, explicaba que “a mí me gusta tener el balón, pero para atacar, para hacer daño e intentar llegar a espacios que el rival no quiere que lleguemos. Pero el Cádiz es un buen equipo con un grandísimo entrenador, que además es un buen tipo, alguien que ha sacado rendimiento a los equipos que ha tenido. El Cádiz defiende muy bien, su bloque está muy junto, deja pocos espacios. Hay que ser conscientes del partido que nos vamos a encontrar, sabiendo que ellos también nos van a apretar arriba. El Cádiz viene a jugarse muchas cosas como nosotros, aunque no se jueguen lo nuestro. Es un día para atacar muy bien, sabiendo cómo debemos defender también ese juego directo de ellos”.

En definitiva cree que su equipo no puede jugar con miedo a fallar. “No podemos ser un equipo temeroso porque el miedo paraliza. Tenemos que ser atrevidos, tener muy claro a lo que queremos jugar y si hubiera algún error saber cómo podemos corregirlo. A partir de ahí creo que hemos trabajado muchas cosas, entre ellas las transiciones del rival porque es un equipo que tiene buenos automatismos ofensivos. Pero estoy tranquilo porque he visto al equipo muy concienciado”.

Considera que también están preparados para un partido que se pueda hacer largo. “Es importante el control emocional nuestro. Somos profesionales, sabemos que el partido puede tener diferentes circunstancias. Ojalá el partido pudiera abrirse pronto para nosotros y ponernos por delante. Eso sería clave. Pero puede ser un partido difícil de generar situaciones y debemos tener esa calma y paciencia. La gente debe saber que eso es fundamental”.