Vio el partido desde la grada por sanción y por lesión, pero espera estar junto a sus compañeros en Córdoba. Ilusión para ello no le falta y espera contar para el míster. “Esta mañana hice una prueba con el fisio y la rodilla responde bien. Intentaremos hacer todo lo posible para llegar al domingo. Yo quiero jugar, sea césped artificial o no. Luego el que manda es el míster pero voy con la mentalidad de un jugador de 20 años. Con ganas de jugar”.

Desde fuera pudo disfrutar de la victoria del Cádiz ante el Almería B, pero se sincera al opinar que los pitos por parte de la grada en la primera mitad quizás fueron demasiado prematuros. “No entendí los pitos. Es el primer partido que veo en la grada y la exigencia la entiendo, pero el equipo iba ganando desde el minuto uno y se pitó en el minuto 10 o 15. Me pareció demasiado. Cuando el equipo no encuentra su juego, como últimamente, necesita sentir el apoyo de la grada. Aunque siempre soy de los que pienso que primero son los jugadores los que tienen que dar cosas a la grada, sobre todo después de la temporada pasada. Esta es una afición que lo vive con mucha pasión, pero ayer me pareció que la grada juzgó al equipo demasiado temprano, bajo mi punto de vista”.

Considera que enfrentarse al colista es peligroso y que hay que evitar que ello conlleve a la relajación. “No se puede bajar la intensidad, sobre todo ahora que estamos en un momento clave de la temporada y viendo que hay arriba equipos que no bajan el pistón. Tenemos que dar la talla porque llevamos 11 jornadas y aquí no hay ningún partido fácil. Vamos a sufrir. Ellos querrán sacar el orgullo pero nosotros tenemos que seguir sumando porque los de arriba no bajan el ritmo”.