El equipo volvía a los entrenamientos esta mañana en las instalaciones de El Rosal para preparar el partido del próximo domingo ante el Lucena. Varios futbolistas llegaban a esta cita con algunos problemas físicos.
Uno de ellos era Villar, que había sido diagnosticado días atrás de una fisura en un dedo del pie. El delantero onubense, y máximo golpeador del equipo, entrenó con el resto del grupo con normalidad. Algo que también hizo Airam. El tinerfeño parece ya estar recuperado de la rotura fibrilar y trabajó también con el equipo.
Quienes no lo hicieron sobre el césped fueron Dioni y Tomás, ambos con una contractura.
Andrés Sánchez por su parte comenzó con el grupo pero durante la sesión se retiró. También el canterano Jose Mari estuvo a las órdenes del cuerpo técnico, habiendo dejado atrás una lesión de rodilla que le ha impedido debutar esta temporada.